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cuidadokechema

de martillos y clavos 07.22

De martillos y clavos

 

 

En Huacas, un pueblito de Costa Rica, cerca de la frontera con Nicaragua vivía una familia, y, a la semana de estar en la casa, una tarde, a plena luz, llegaron unos malos y mataron a cinco personas con armas de fuego.

La prensa procura que no se le note que los nicas no son muy del agrado de los ticos, pero la noticia tiene el suficiente gancho y el exceso de sangre adecuado como para abrir los telediarios.

La policía costarricense, bastante efectiva, da con los malos en unas horas y los detienen.

Comprueban que todos ellos tienen antecedentes por delitos contra la propiedad y por movimiento de sustancias ilegales.

Los supervivientes de la matanza no se acaban de explicar como ha podido pasar una cosa así, porque ellos solamente venían a Costa Rica a trabajar y que eran buena gente.

Los vecinos piensan lo mismo y empiezan a reunir dinero para ayudarles, porque los pobres no tenían plata ni vehículo ni nada.

El asunto se convierte en la noticia mas destacada aunque solo por la cantidad de muertos que supera a algunos otros eventos o balaseras habidas en los días próximos.

Tras los primeros interrogatorios se descubre que se ha tratado de un error, que no eran ellos los destinatarios de las balas que los mataron sino probablemente la gente que vivía en esa casa diez días antes de los hechos.

Pero como decía Ruben Blades, si naciste para martillo del cielo te caen los clavos, y en esa llegada de solidaridad por parte de vecinos y simpatizantes, aparece una funeraria que, solo para ayudarles, les propone ocuparse del asunto propio de esa dolorosa circunstancia.

Le entregan a cuenta a la funeraria tan humanitaria casi todo el dinero recogido de la solidaridad y pronto se dan cuenta de que acaban de estafarlos.

Como ya tienen costumbre de vérselas con la policía, denuncian inmediatamente y, como el asunto es muy mediático, atrapan al encargado del funeral y recuperan el dinero.

Con toda la solidaridad disponible consiguen transporte para llevar los cadáveres a Nicaragua.

Pero no acabaron los clavos, y en la frontera son detenidos porque los muertos no pueden pasar sin el certificado correspondiente de no tener Covid.

Cabe recordar que durante la fase dura de la epidemia, las autoridades nicaraguenses aseguraron que el Covid no había entrado en su país, y al ser preguntados por algunas muertes que estaban ocurriendo, se dijo oficialmente que se trataba de una neumonía atípica.

La historia no termina aquí porque está copiada del telediario y lo de la frontera ha sido hoy martes a mediodia.

Y así nos da tiempo a reflexionar sobre la capacidad de aguante que tienen las clases bajas en la supervivencia cotidiana y especialmente cuando han tenido que marchar a otro país buscando trabajo y comida.

Esta historia comienza el sábado 9 de julio del 2022 y se escribe el martes 12 después de las noticias de mediodia.

Por la noche no hablan de esta pobre gente en los telediarios y entiendo que la cosa ha dejado de ser mediática, que no es noticia esperar a ver si los cadáveres se ponen a oler mal o si por la parte nicaraguense se les deja pasar.

He dejado de buscar noticias cuando me llega otra que algo tiene que ver: hace unos minutos que Nicaragua ha retirado su embajador de Costa Rica.

A los pobres siempre les afecta la política por mucho que piensen lo contrario:

que pobres los pobres.

 

 

corto y pego desde twiter

 

’’Me mataron a mi mamá, dos hermanos, a un primo y un cuñado”

 


Realmente preocupante, vengo de regreso de un lugar cerca de Huacas,se dice que el ajusticiamiento fue en la casa equivocada, y ese es uno de los problemas de normalizar estas situaciones...los sicarios también cometen errores...

 

 

Los familiares de las víctimas de la masacre de Huacas, Costa Rica denuncian que la dictadura sandinista impide ingresar los cuerpos a Nicaragua."la orden viene de arriba y como son refugiados que se queden en CR"

 

Tormentas 08.21

En las oficinas de Telégrafos, durante la dictadura y antes de ella, una de las pocas ocasiones en que se podía desconectar una conexión y dejar incomunicada a una población era la existencia de una tormenta importante.

Para esas circunstancias, la expresión adecuada era que esa oficina quedaba ’’aislada por tormenta’’.

Siempre me gustó la frase y, en mis innumerables crisis existenciales la usaba para referirme a mi negativa a salir y hacer vida social para encerrarme en casa con una buena provisión de alcohol y lo que hiciera falta porque mi cabeza estaba ’’aislada por tormenta’’.

Cuando, una vez vuelto más o menos a la normalidad, explicaba a los amigos aquella actitud, inmediatamente se contrastaba con otras opiniones inclinadas a opciones contrarias a la mía: las neuras hay que sacarlas a pasear y airearlas para superarlas antes y mejor, aún a riesgo de pasárselas a alguien cercano, que todos sabemos que las emociones ajenas no lo son tanto y, si el cuerpo y el alma estan en estadio de flojera, las neurosis pasan de unos a otros para al final no saber de donde salieron ni donde irán a parar, devastando a su paso las estructuras más débiles, que a fin de cuentas son las que siempre pagan los platos rotos: así las personas alicaídas, desorientadas o simplemente flojas de defensas, se llevan los trastornos que otras personas habían sacado a pasear con el propósito de equilibrarse, desequilibrando de esta manera a quien solamente quería distraerse del cotidiano aburrimiento: la locura suelta y desbocada por las calles y las plazas, entrando y saliendo de las cabecitas peor amuebladas y destrozando la vajilla de los domingos.

El acúmulo de historias de este tipo en cabecitas limitadas es tal que la ciencia no tardará en inventar un aparato para medir la cantidad de tensión que cabe en una cabeza humana, e, incluso si en determinadas circunstancias sale o no humo de algunas cabezas.

Que en esos momentos aparezcan conductas violentas no debería extrañarnos: en realidad los comportamientos agresivos en esas situaciones ocurren porque algunos sujetos no tienen bastante espacio para tantas ’’ideas’’ que acuden a su cabecita y la mejor manera de hacer sitio, de conseguir espacio, consiste en empujar a alguien, consiguiendo, sin pretenderlo, la tan predicada distancia pandémica.

Pero el sentido común nos advierte de la no conveniencia de pedirles además que se pongan mascarilla.

 

Playa hermosa, Guanacaste  31.08.21

Paraná 11.10

Cuando los argentinos, que se consideran buenos cocineros de la pasta, vuelven de Europa, aseguran que allí nos comemos la pasta cruda. Así que ya sabes: si pides pasta, todo pastoso y bien cocidito.

Con clima  casi tropical, y 36 grados empezando la primavera, es una ciudad con un fantástico río del mismo nombre y muchos árboles que hay agua de sobra.

La costanera consiste en que la municipalidad ha arreglado las orillas del río aunque por allí no vayan más que algunos deportistas.

En algunos sitios dan un pescado magnífico

Que tendrán los vinos argentinos que me sientan tan bien?

Me vengo a vivir aquí o me los hago importar?

Leído en un bus: ‘’ La puerta delantera es para ascender, y la trasera para bajar, si cumplimos las normas evitamos complicaciones’’.

Los argentinos tienden al mito: la le hicieron iglesias a Eva Perón, Gardel y Maradona, pues bien, ahora le toca a Kirchner: las ciudades aparecen con pintadas (que acá no son grafittis, sino pintadas al mas puro estilo: pared pintada de blanco y letras grandes pintadas encima), con lemas de ‘Kirchner vive’  o ‘Cristina aguanta’, y es que como los buenos pintores o nuestro Cid, gana batallas después de muerto.

Estamos perdiendo las buenas costumbres. En las ciudades medianas argentinas mucha gente cuando pasa frente a una iglesia se santigua. La de cosas que hay que agradecerle a la iglesia.

Apuntes para una educación sentimental 2019

Escribe lo que quieras pero después no me pidas explicaciones

 

el que lo rompa que lo arregle

 

estaba enamorado pero en realidad quería un agujero fijo para meter cada vez que la cabeza perdía el equilibrio, lo demás solo eran excusas, y a cuánto estaba dispuesto a renunciar, cuánto dispuesto a pagar

 

hazme un poema sobre los sistemas contables que aporten mas dinero al propietario que a todos sus trabajadores juntos, ponle poesía al monedero

 

muchos se vuelven locos por un agujero aunque digan que es por el conjunto y no por las partes, pero también tienen-tenemos la opción de volvernos locos por nosotros mismos, sin molestar a nadie

 

no tenemos que hacernos descuentos y podemos pagarnos a nosotros mismos al contado, sin tarjeta porque sabemos que no hay mejor discusión que ante un espejo y, hasta entonces, muchas veces, nos engañamos

 

dentro de un instante ya seremos-somos historia, todo lo convertimos en historia, millones de historias que se rozan, o se empujan y se hacen sitio entre las personas y las cosas que se van convirtiendo en historias en el mismo segundo que acaban de pasar

 

pasado presente y futuro como una cañería de un líquido que es la vida sin dejar de pasar y el tiempo se nos pasa buscando o cambiando de grifo

 

un dragón y una princesa y un sapo y un príncipe quedan una tarde para merendarse un cuento que no le gusta a ninguno de los cuatro

 

el fin del mundo está tal vez en el culo pero nunca sabremos si un culo sin pelos es un avance o un retroceso en el desarrollo de las especies

cuando los alemanes invaden y conquistan a los franceses se dice que les han dado por detrás y, a su vez, cuando rusos y aliados conquistan y humillan a los alemanes vuelven a usar la misma expresión

 

la humillación que los rusos habían pagado con millones de muertos necesitaba de una compensación y se da carta blanca para violar a las mujeres alemanas usando siempre la polla como un arma antes y después porque en el fondo el poder se manifiesta en la erección y en la descarga como acto último de todas las guerras desde las mundiales hasta las domésticas y es por eso que la humillación sufrida por los norteamericanos en Viet-Nam es mucho más intensa porque aquellos pequeños amarillos que los sacaron del país a hostias, la tenían mucho más pequeña que los robustos y atléticos soldados gringos que quedaron reducidos a carne de psiquiatras y psicólogos

 

norteamérica termina entonces con la obligatoriedad del servicio militar profesionalizándolo

 

pensar que las diferentes drogas que se administraban a los soldados: anfetaminas en la segunda guerra mundial o marihuana y l.s.d. en Viet-Nam fueron responsables de esas conductas no es cierto: solo lo fueron en la forma pero nunca en el fondo

 

 

 

en los asesinatos domésticos de género no hay que preguntarle al asesino sino a su entrepierna

 

el hombre mata comparando su virilidad con la virilidad del contrario o como respuesta a una virilidad cuestionada por la pareja incapaz de contestar a la pregunta del millón: ¿ por qué no quiere follar conmigo?

 

Con los dictadores, aunque no se tienen datos, todos hacemos suposiciones acerca de sus traumas sexuales

 

cuéntame tu historia que yo pondré cara de grabadora y no lo notarás porque en el fondo me interesa ya que todas las historias son la nuestra propia historia y nada ocurre en el mundo sin que nos afecte

 

en cada historia hay una guerra ya sea manifiesta o latente y en las guerras hay muertos reales o simbólicos y aunque no tuvieramos relaciones sociales seguiríamos teniendo guerras y muertos

 

en la vida doméstica, cuando mueren las razones que unieron las parejas nadie quiere verlo, a veces por miedo a lo que se ignora, a lo nuevo, a veces también por no saber como comerse el duelo, pero la abundancia de parejas muertas hace recordar a los muertos vivientes que es en realidad lo que son

 

de idéntica manera que las parejas ocurre en el matrimonio entre los pueblos y sus gobernantes: el pueblo siempre por delante mientras los gobiernos no quieren ver que la relación está muerta que no saben ni se atreven a poner las leyes al nivel de los ciudadanos.

pero la historia siempre da la razón a los pueblos y, poco a poco, siglo a siglo las costumbres nos llevan a la normalidad a pesar de los gobernantes y sus razones de estado

 

cuántos años y cuánta energía ha costado que conductas criminales como el divorcio, el aborto o las relaciones homosexuales pasen a convertirse en derechos adquiridos, porque, de la misma manera que las parejas que se separan, cuando lo hacen, siempre creen que tardaron demasiado tiempo, al igual que los gobiernos con los pueblos en una infinita pérdida de tiempo y de energías solo porque ya no había amor y no se tenía valor para admitirlo

 

cuánto tiempo ha tardado Europa y el mundo entero en entender y asimilar el mayo del 68 ?

 

se sigue hablando de la familia cuando hay tantas familias como combinaciones posibles de elementos tomados de dos en dos o, porqué no, de tres en cuatro?

 

Es a la entrepierna de los gobiernos donde tendremos que preguntar: Eros y Thanatos, sin duda

 

En los campos de concentración nazis, los carceleros crearon con los músicos presos, orquestas sinfónicas para amenizar las aburridas veladas de carceleros y, aún sin pretenderlo, de presos y uno se pregunta, sin ocultar su lado morboso, cuántas veces interpretaron algún requiem, es igual que fuera de Mozart

 

estos matrimonios entre los ciudadanos y sus gobernantes, que, generalmente son aburridos y repetitivos, tiene, al igual que las parejas momentos de reconciliación orgásmica, para contrarrestar la pésima y eterna convivencia: momentos históricos de placer en las calles que es donde el pueblo mejor se expresa, y me vienen a la memoria algunos de ellos vividos como la caída del muro, la llegada de Allende al poder en Chile, los claveles de abril en Portugal y algunos más donde gobernantes y ciudadanos han estado revolcándose de placer físico, para, poco tiempo después, volver a la dura y repetitiva realidad de incomunicación y hastío: el pueblo vuelve a instalarse en el miedo que es el arma más potente y con la que se siente mas familiarizado y el poder en su repetitivo tedio que le facilita el sistema

 

los poderes de todo tipo y las sólidas estructuras quieren hacernos creer que esos momentos orgásmicos ocurren cuando un país gana un campeonato de cualquier deporte de masas o un kilo de medallas olímpicas, pero vuelven a equivocarse como es habitual, porque esos momentos de triunfos deportivos y raramente culturales son infinitamente mas digestivos

 

las propuestas de sentimiento de grupo que el poder oferta a los ciudadanos solo benefician al que las propone y son anticuadas y sobre todo aburridas

 

 

cuando el poder es abusivo, basta tan solo unos meses de un ejercicio salvaje y desproporcionado del mismo para inculcar en el pueblo miedo para veinte o treinta años y tenemos en nuestro entorno muchos ejemplos de ello

 

el miedo a lo diferente a lo que ignoramos es responsable de casi todos los actos violentos que cometemos, pero se trata de un miedo puntual de respuesta casi automática, el miedo al poder, sin embargo se queda en nuestro interior mucho tiempo, y, cuando lo creemos superado aparecen restos en el subconsciente o en síntomas psicosomáticos que nadie puede explicarse

 

el miedo al poder tiene semejanzas con el miedo a ser infectado por partículas microscópicas que andan por el aire, te deja indefenso esperando lo peor: el miedo colectivo cuando llega al fondo del ser humano se transforma en instinto de supervivencia: si van a agredir, maltratar o violar a alguien que no sea a mi, no me importa que le ocurra a los demás, incluso a algún ser querido, pero no a mi:

lo mismo que en las epidemias: el lado contrario y contrapuesto de las loterías

 

la erótica del poder o la del dinero no son sino las expresiones de las carencias de la erótica sexual: si la gente follara bien y se quedara a gusto habría menos guerras, eso se ha dicho siempre, pero también habría menos gente obsesionada con sucedáneos como el trabajo, el poder, el dinero, la posesión de bienes y tantos otros

 

en mayo del 68 los estudiantes, cuando levantaban los adoquines para arrojárselos a la policía, editaron esa acción por medio de graffitis en los que se aseguraba que debajo de los adoquines estaba la playa; veinte años mas tarde, el propio ayuntamiento de París, llenaba con arena de playa las orillas del Sena invitando a los ciudadanos a tomar el sol y algunas cervezas allí

 

 

no hemos sido arrogantes al bautizar a este edificio como ’’la casa de la felicidad’’ , nosotros nos movemos solo por el interés de conectar a las personas con su destino más deseado: usted encontrará aquí dentro todo lo que pueda necesitar

 

si usted siente una cierta inseguridad y tiene dudas sobre que ocurrirá después de su muerte o necesita, cuando las cosas se ponen feas, un ser superior a quien rogar y de quien esperar ayuda y consuelo solo tiene que subir a la primera planta donde encontrará nuestros departamentos de religiones monoteístas

 

ya se terminaron los tiempos donde el lugar y la familia de nacimiento determinaban la religión de cada cual: desde un ejercicio pleno de libertad usted no tiene que cargar con la tradición familiar o geográfica donde ha nacido: usted debe elegir lo que desee porque usted es una persona única e irrepetible

 

a la derecha de la escalera automática las religiones que tienen que ver con el cristianismo, catolicismo de roma, protestantes, apostólicos, siempre con mesas auxiliares para sus propias desavenencias, podrá encontrar mesas auxiliares con supuestos herejes del Palmar de Troya junto a algunos ancianos de la Teología de la

liberación y los cristianos por el socialismo, estos últimos con una sección de librería artesanal

 

si usted nota que se siente mas intransigente y excluyente y que prefiere tomarse lo de la religión mas en serio, al fondo de la planta encontrará todas las diferentes interpretaciones del Corán: los musulmanes con todas sus secciones, excepto las interpretaciones extremas del islam que han sido excluidas por cuestiones de estética e higiene

 

dentro de la primera planta y no menos excluyentes podrá disfrutar conociendo los pormenores de los judíos con un apartado de marketing para todos sus complementos

 

natualmente en el centro de la planta tiene unos cómodos muebles para reflexionar acerca del dios que le parece más idóneo para sus necesidades y en cada stand personal especializado y documentación para aclarar todas sus dudas e ir profundizando en lo que considere más adecuado

 

la Casa de la felicidad sugiere que usted resuelva en primer lugar sus mas profundas dudas al respecto antes de dejarse llevar por el marketing, los objetos, ropa o accesorios, y dejar todo eso para después de una toma de decisiones trascendental

 

 

debe usted recordar que los contenidos de la primera planta representan las religiones de la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta, y que, en el poco probable caso de que vd. no se sienta satisfecho debe ser consciente de que se va a situar en un espacio minoritario y de una evidente marginación con respecto a sus conciudadanos

 

también conviene recordar que en todo momento estamos hablando de felicidad interior, de paz consigo mismo, en absoluto nos estamos refiriendo a lo que la gente entiende por bienestar que parece consistir en poseer objetos que supuestamente nos hacen felices (otro sucedáneo impuesto por el poder al igual que los campeonatos deportivos de que hablamos antes)

 

existe acaso algún objeto o propiedad que explique de donde venimos, a donde vamos o que pasa después de morir?

 

en cualquier momento de la visita a otras plantas debe vd. saber que en el sótano existe un departamento de ateos que cambia de personal constantemente y suele reducirse a un grupo de personas que pasan el día leyendo y discutiendo acaloradamente

 

si por el contrario prefiere seguir investigando otras plantas porque todavía no ha resuelto sus dudas mas profundas: de donde vengo, a donde voy, que pasa después y porque pasó lo que pasó o pasa lo que pasa, debe subir a la planta segunda donde le proponemos diferentes modelos de sectas, mini-religiones, chamanes, milagreros y asociaciones de todo tipo agrupados temáticamente

 

de esta manera si usted piensa que la felicidad está en lo vegano, en la ecología o en el sexo libre encontrará las diferentes opciones que existen actualmente en el mundo

 

no hace falta que se decida, no es urgente, piénselo bien antes de tomar decisiones transcendentales para su futuro

 

siempre se ha dicho que las religiones son seguidas por gentes generalmente inseguras que necesitan puntos fijos donde apoyarse para no caer al vacio, pero en esta casa las posibilidades que le ofrecemos tienen como objetivo que el futuro que vd. elija sea firme, consolidado y a prueba de expertos, que vd. salga realmente convencido para su vida futura de estar en el lado correcto de este mundo, no obstante debe distinguir entre lo que son religiones con una explicacion integral del mundo de lo que nosotros consideramos ’’elementos auxiliares’’ , aunque haya gente que se empeñe en darle la categoria de religión, de esta manera, el chi-kung, el tai-chi o el yoga pueden ser usados como apoyo siendo consciente de sus limitaciones y, aunque haya gente que los eleva a la categoria superior, no son sino prácticas psico-físicas para la armonia corporal que naturalmente ayudan pero no explican globalmente lo que nos rodea

 

siempre se ha dicho que solamente las personas débiles o inseguras necesitan una religión como soporte para no caer al vacio, pero nosotros no hacemos mucho caso de esto: al igual que los matrimonios no siempre tienen hijos para salvar el hastío y el aburrimiento de las parejas y sus circunstancias, existen naturalmente parejas encantadoras que de manera encantadora tienen hijos encantadores, y de la misma manera hay personas llenas interiormente y con una explicación lógica de todo lo que les rodea que desean creer en un mas allá y el porqué de todo (en catalá: el perqué de tot plegat)

 

no somos emprendedores jovencitos que acaban de descubrir la pólvora o la lógica necesidad del Canal de Suez, tampoco somos personas maduras que se creen en la obligación de apostolizar al personal, tampoco hay en nuestra motivación ningún interés económico: la idea de la Casa de la felicidad es que se autofinancie: paneles solares se encargan de la energía y cada religión se ocupa de sus potenciales fieles o clientes

 

no buscamos nada material en esta casa, solo una pequeña parte de felicidad que siempre llega cuando nuestros visitantes se llenan de ella: una comisión de felicidad que no es sino la satisfacción del trabajo bien hecho

 

los nuevos proyectos tienen la costumbre de usar como guarnición un poco de historia, nunca se sabe si es para justificarse (en cuyo caso afirmaría la natural inseguridad sobre el asunto) o para reforzar los cimientos del proyecto en sí lo que haría suponer que dicho proyecto no tiene buenos cimientos; tampoco nosotros sabemos a ciencia cierta el porqué sacar y mostrar a estas horas nuestro curriculum, pero hasta que lo tengamos claro vamos a ofrecerle unas pinceladas de nuestra historia

 

 

fuímos, como todo el mundo, dejados caer en una familia con unas creencias y, en nuestro caso, con unas circunstancias que no merecen matices: nacimos en una dictadura con una religión impuesta por las armas en un país muy difícil de entender

 

pronto aprendímos que la mejor universidad donde aprender la vida es el viaje y cada vez que podemos viajamos para saber de otros lugares y, sobre todo para, estando en otros lugares, saber del nuestro

 

hemos podido distinguir entre rezos o rituales religiosos desde los Andes hasta el rio Mekong , también hemos probado las diferentes sustancias que supuestamente ayudan el hecho religioso o los colores, olores, ropas y músicas que lo acompañan y todos los hemos disfrutado desde el respeto intentando mantener nuestra mente limpia de pre-juicios

 

trajimos a la Casa a aquellos representantes menos radicalizados y mas ecuánimes que hemos encontrado para explicar y no defender lo suyo

 

puede usted estar tranquilo que cuando descubrimos en nuestras constantes auditorías si hay algo en la Casa que pueda ser motivo de dudas, engaños o algún atisbo de corrupción le invitamos amablemente a salir

 

en realidad, en una sociedad avanzada que todavía nos queda bastante lejos, esto que proponemos sería una de las sedes de una posible institución : el ministerio del arte de vivir

 

si algún día somos gobernados por quienes a nosotros nos gustaría les entregaremos estas reflexiones y pondríamos a su disposición nuestras instalaciones, y, después de comprobar que son recibidos ambos como merecen, naturalmente nos iríamos a viajar para seguir en el asunto, porque la vida es búsqueda y estamos vivos mientras dudamos

 

andamos buscando en el corazón de las tinieblas cuando en realidad nos buscamos a nosotros mismos

 

seguramente nos está pasando esto porque toda nuestra vida hemos vivido a destiempo : nuestros gobernantes vinieron a concedernos el divorcio o el aborto cuando llevávamos años viviéndolo y siendo normal en nuestras vidas, y que decir de las relaciones contra-natura, si nos hubiésemos esperado a tenerlas cuando se convirtieron en leyes?

 

es por eso que en medio de esta búsqueda infinita vamos a ir poniendo como estaciones de paso para descansar un tiempo y ofrecer a otros buscadores un lugar de reflexión elegante: la casa de la felicidad

 

nada es transitorio, todo es definitivo y por eso da miedo: es la realidad la que nos asusta

 

acariciar, tocar, sobar, meter, sacar, desinfectarse y vuelta a empezar

 

si al final, cuando llegamos al fondo todos tropezamos con la angustia de la soledad, porqué no superarla antes de salir de casa y estar mas libres de equipaje para el resto del menú que nos espera? y si entonces no salimos de casa ?

 

entre el supuesto suicida que comete la indiscrección de avisar y su supuesto salvador hay un juego de seducción pero en falso: ninguno de los dos se cree su papel: ni el suicida piensa que se va a matar porque podría haberlo hecho en silencio sin marear a nadie, ni el supuesto salvador se cree que tiene derecho a disuadirlo de un acto de libertad: una pareja de baile absolutamente coordinados y llevados por la música que generalmente ponen los espectadores que nunca faltan a una cita de esa categoría

 

al final se reparten los premios: de lástima general y pobrecito para el suicidando y de premio humanitario con aplausos y suspiros de quien tuviera un yerno así para el salvador y buscamos otro marco incomparable y montamos otro happening cuando tengamos un día torcido

 

 

 

 

curriculum 05-20

Estamos en 1956 en Godelleta. El poder que la gente tiene interiorizado es el de la dictadura y de la iglesia. Ambos se complementan para domesticar, atemorizar y esclavizar a la gente.

A pesar de estar a tan solo 29 km. de la capital, Valencia, el autobús sale por la mañana y regresa por la tarde con muy pocos pasajeros.

La gente solamente lo usa cuando es de extrema necesidad.

El cobrador del autobús  es el tío Perico. En el pueblo a todos los hombres mayores  se les nombra con el prefijo tío delante.

El tío Perico se encarga de hacer encargos de todo el mundo, y todo lo anota en su libreta. Todo es todo: telas, zapatos, aparejos agrícolas, etc.

Cuando llega el autobús a la plaza acude toda la gente que tiene pendiente algún encargo y, la espera constituye un encuentro social diario al atardecer.

Después hay recogida de objetos, cobros y pagos por parte de todos que el tío Perico resuelve sin error alguno en un clima paternalista y protector.

Al terminar de resolver los encargos, la gente vuelve a sus casas y la plaza se queda casi vacía a excepción de unos cuántos hombres mayores cuya única manera de hacer vida social consiste en estar en la puerta del casino del pueblo a ver lo que pasa hasta que se hace hora de ir a cenar.

Estos hombres certifican la vida del pueblo, y cual notarios dan fe de lo que pasa en la plaza.

La ocupación por mucho tiempo de la puerta del casino como lugar privilegiado les otorga una seguridad en sus afirmaciones o proclamas o al menos ellos lo creen así.

Falta poco para la navidad y ha descendido del autobús un niño de nueve años con una bolsa de hule que su madre le cosió llena le libros.

Al verle, los hombres de la puerta del casino han elevado la voz por encima de las tareas del tío Perico y de todos sus clientes para gritarle al niño: ‘’gandul’’, ‘’que no quieres trabajar en el campo’’.

El niño se avergüenza de llevar libros, de pasar por la plaza, de venir de estudiar de fuera del pueblo.

Piensa que todos le están mirando y como nadie dice nada cree que todos los que callan piensan lo mismo.

Los primeros gritos han provocado un chorrito de orina en sus pantalones (que también los ha cosido su madre) y se va corriendo a su casa.

Hace dos meses que no ha visto a sus padres y casi no recuerda su cara. Así se lo ha puesto en una carta que les escribió hace tres semanas.

Cuando entra en su casa y los padres lo besan se pone a llorar y les cuenta lo que ha pasado. Entre todos deciden que no baje más en la plaza y que aproveche una parada que el autobús tiene a la entrada del pueblo.

Años después, cuando el niño se hace mayor y aprende a luchar por sus derechos  comprende como entonces toda la familia calló y optó por cambiar de parada, porque en las dictaduras siempre hay que evitar que se note que existes.

Cuando fue a hacer el servicio militar los amigos que regresaban al terminar ese periodo se lo explicaron bien: ‘’en la mili que no se te note que existes, no sobresalgas nunca ni por demasiado listo ni por demasiado tonto, que no se te note que estás allí’’.

La imagen del autobús en la plaza quedó tan grabada que solo en 2019, más de sesenta años después ha sido posible ponerla sobre papel.

Otros acontecimientos  duros, frustrantes o cargados de violencia ha sido posible llevarlos al territorio del humor, hacer un chiste, a veces macabro con ellos, pero el autobús, la bolsa de hule, los libros, los gritos o los pantalones meados no se borra.

Pasar por la plaza siempre lleva consigo echar una mirada a la puerta del casino.

Todavía hay gente allí dispuestos a hacer acta notarial de la vida cotidiana. Genio y figura.

Se trata de una escena que no consigues borrar de tu memoria. Por deformación profesional siempre has creído que son las escenas traumáticas las que permanecen en la memoria a través de los años, pero la edad te ha ido convenciendo que hay episodios de tu vida, nada extraordinarios en ningún aspecto, que se instalan en tu cabeza y no hay forma humana de borrarlos.

El 23 de febrero de 1981, cuando se produjo el golpe de estado, tuviste que salir de casa de unos amigos donde habías ido a festejar el nacimiento de un niño, parto natural y en casa como estaba mandado entre la gente moderna.

Volviste a casa con tu coche en medio de un gran atasco donde todo el mundo tenía puesta la radio: todos salían hacia lugares más seguros según los análisis hechos deprisa mientras los tanques ocupaban las calles de Valencia y el bando prohibía salir a la calle.

Esa noche tenías previsto cenar alcachofas, y, como buen conocedor de las dictadura en la que habías vivido toda tu vida, pensaste en si los militares que estaban ocupando la ciudad con tanques prohibirían las alcachofas y si alguna de tus conductas temerosas podrían ser consideradas como desacato, una palabra que no dejaban de repetir por la radio los sucesivos bandos de los descerebrados militares.

Un buen amigo psiquiatra y novelista salió a la calle con una botella de coñac invitando  a los soldados  a beber a la vez que preguntaba a todo el mundo si estaba cometiendo el renombrado desacato.

Desde entonces, cuando se habla del 23 de febrero como una fecha importante en la vida de las personas, casi tanto como el día de la muerte de Lady Di, me vienen a la memoria las alcachofas.

En Godelleta, que entonces era fundamentalmente de secano, y en el secano  las cosas siempre se vivían con más pasión, al contrario que en las zonas de huerta, donde el regadío parece que confiere un tono menos violento, menos agresivo.

 En la noche del 23  un grupo de adictos al antiguo régimen y profundamente católicos, echaron mano de las escopetas de caza para empezar ‘’la faena pendiente’’.

Fueron a ver a su referente, su líder natural y, afortunadamente, éste los frenó y les invitó a irse a dormir.

Efectivamente, este líder era una buena persona y a mí me costó mucho entender que un fascista pudiera ser buena persona. Todavía tengo mis dudas.

Tal vez un buen análisis de la situación le hizo pensar que no podía progresar lo de los tanques y el retroceso histórico como se comprobó algo más tarde.

La entrada en la plaza del pueblo quedará de por vida como una conducta de riesgo: el riesgo de verse observado, criticado, fotografiado en una prueba infinita de control social.

Pero los recuerdos no guardan un criterio, una secuencia detrás de otra para lograr ser comprendidos por los demás: aparecen mezclados unos con otros, y son las emociones  más veces que la razón  quien se hace responsable de ese desbarajuste: la comida de casa y la de la tienda en eterna lucha, nunca probaste la mantequilla de tres colores de la misma manera que nunca viste ningún capitulo de Dallas: siempre a contracorriente. Los telegrafistas no tenían navidades  y los que estudian mientras trabajan nunca pueden participar de las orgías que surgían después de cada examen importante los viernes. Siempre con el culo apretado para sobrevivir y mantenerse en las primeras líneas  de combate por un mundo mejor, que peor que este es imposible.

Junto al Ateneo Mercantil en la Plaza del caudillo  ‘’fresas de mis fresares’’ y tu madre te llevaba a ver como los ricos se las comían con nata. Un plátano para el primer día de pascua y una o dos veces al año un bocadillo de calamares de los toneles que sabía a gloria, a exotismo o, como diríamos hoy a viaje de aventura.

Tu padre te lleva a la Feria de Muestras y te sorprendes con la cantidad de papeles que te ofrecen ‘’gratis’’. Que maravilla es Valencia, donde dicen que en la víspera del día de Reyes, las carrozas tiran caramelos gratis para los niños, pero ese día no podemos venir a la ciudad porque hemos venido a ver la Feria de Muestras y no se puede tener todo.

 

 

 

 

 

 

 

 


Libre de virus. www.avast.com

Roma 05.16

Los directores de cine neorrealista no tuvieron que esforzarse mucho para encontrar argumentos. En Roma, con solo mirar a la gente ya se te ocurren mil historias.

Sigo sin saber por donde pasa la línea que divide a los italianos del norte (laboriosos, elitistas. . .) y los del sur (mafiosos, semidelincuentes. . .), pero lo que sí está claro es que esa raya pasa por Roma, y no es como en Berlín que era física. Aquí cambia de posición a cada rato, seguramente porque la raya va contigo.

Se nos va endureciendo la piel con las cosas que pasan y empezamos a ver como normal que en una ciudad europea hayan soldados del ejército con fusiles de asalto en cada estación de metro, en cada museo o iglesia de visitar.

Una vez lo tengamos interiorizado ya no necesitarán la excusa del terrorismo para vigilarnos. Que miedo!

Tienen un buen transporte y parece bien planificado, pero siempre es caótico: tanto si se trata de bus como de metro, las aglomeraciones son excesivas, con muchísimo roce, donde los romanos y los llegados de fuera, cuidan antes el bolso que sus partes nobles, dejadas al azar entre otras similares, expuestas a la bondad o  maldad de los extraños.

En los vuelos baratos, sobre todo en el transporte en bus entre los aeropuertos y la ciudad, se ha dejado en manos del mercado, que, como dicen los políticos, es sabio.

Parece que el mercado ha elegido el formato ‘’refugiados’’, con el que últimamente está familiarizado y aquello tiene momentos realmente dramáticos, donde las ambiciones de las compañías y la picaresca italiana dejan su huella.

En el viaje de regreso coincido con una pareja española con evidente sobrepeso y que sobrepasaron la línea de los cincuenta que me dan un ejemplo de solidaridad, amor y apoyo mutuo.

Al despegar, la mujer se pone nerviosa (parece que es habitual), entonces el marido mete su mano directamente en los genitales de su esposa apretando con fuerza (los supongo casados porque se trata de una conducta habitual y rutinaria, ausente del factor sorpresa), y ella se agarra con igual fuerza al brazo solidario como para que no  abandone su tarea.

Ponen un suéter encima para que no quede muy descarado, y cuando observan que yo pongo cara de no extrañarme de nada, continúan.

Una vez el avión normaliza su  vuelo, las manos vuelven a su lugar de origen hasta el aterrizaje donde vuelve a ocurrir, aunque con menos intensidad.

Toda una lección de comprensión, comunicación y apoyo mutuo.

En mi interior les doy las gracias por haberlo visto.

 

 

Pattaya 03.16

Como se suele decir, si no existiera habría que inventarla.

En la guerra de Vietnam con tantísimos soldados gringos, no bastaba hacer la vista gorda con respecto a todo tipo de drogas, sino que, se necesitaba un lugar donde desnatarse, donde dejar el semen acumulado.

Estados Unidos tenía (y tiene) muy buenas relaciones con Thailandia, así que no había dudas, pero el lugar principal, Bangkok era (y es) una ciudad caótica y superpoblada. De esta forma se eligió una playa cercana para estos menesteres: Pattaya.

De la misma manera que con las drogas, aquí también se hizo la vista gorda con el sexo, y se permitieron todo tipo de variantes que los soldaditos pudieran necesitar.

El gobierno les dijo a los súbditos que la prostitución era una industria nacional buena para el país y lo demás se puede adivinar.

El sexo mueve mucho dinero y, al terminar la guerra,  Pattaya se fue consolidando como un destino sexual mundial.

El escenario se puede imaginar: manadas de putas por todas partes, ladyboys (travestis), chicos, y niños,  lo que ahora se trata de corregir porque la cosa no llegue a mayores y al gobierno le saquen los colores en las reuniones internacionales.

La postura oficial es de que están haciendo lo que pueden para erradicarlo pero que tiene que ser poco a poco porque estas cosas no se arreglan de la noche a la mañana.

La escena habitual en la calle o los restaurantes y centros comerciales es la de un hombre blanco mayor (aunque se ven treintañeros también) entrado en carnes y canas con una muchachita que puede tener 30 pero no aparenta más de 17, la mitad de estatura que él y la cuarta parte de su peso.

 Al principio resulta grotesco pero te acostumbras.

Pero los tiempos cambian, y Pattaya se adapta como nadie.

Con  la industria del sexo como base, se le añadieron todas las falsificaciones propias del lugar y todo el textil que se cuece por aquí.

Esto se traduce en multitud de centros comerciales donde te puedes refrescar con su aire acondicionado potente y su todo-tan-limpito.

Por si el coctel no tuviera bastantes ingredientes, y, para completarlo, han aterrizado miles de rusos tan  ricos y tan horteras ellos (y ellas).

La cosa ha llegado a tal extremo que todos los carteles, los menús de los restaurantes, los avisos de los hoteles o la publicidad de las agencias de viaje están en tres idiomas:

Thai, inglés y ruso.

Y hace unos días que están apareciendo grupos de chinos, guiados por alguien con palo y trapito, paraguas o banderita. Se les ve encantados de formar parte del rebaño y se mueven como lo haría un marciano en los sanfermines, pero muy contentos. Es lo que faltaba.

Los meten en grupos a locales de go-gos femeninos y luego masculinos y flipan. Cuando lo cuenten en su país van a venir el doble.

En uno de estos locales de go-gos masculinos hay un anuncio luminoso en la puerta que se ha transformado en el slogan de Pattaya para camisetas y merchandising:   

‘’good guys go to heaven,

    Bad boys go to Pattaya’’.

Camboya 03.16

Los camboyanos son una talla menos que los thai. Parece que el grado de desarrollo los hace un poco más grandes y esos pobres no han podido desarrollarse mucho porque siempre estuvieron en guerra.

Ser los más pequeños de una zona donde todos son pequeños tiene sus ventajas: en una mesa familiar donde nosotros cenaríamos cinco o seis personas ellos pueden ser una docena.

En general aparecen en grupo, como en las películas de kárate que cuando atacan al bueno son más de veinte, y en los días de fiesta se bañan en el mar vestidos, sin quitarse nada. Alquilan o se traen de casa cámaras de coche hinchadas y suelen usar trozos de playa en exclusiva, o tal vez los turistas no les debe parecer buena compañía, el caso es que se bañan aparte.

Las playas adorables y el pescado exquisito. Y cuando estás flotando aparece el inevitable hombre al que le falta algún miembro, víctima seguramente de las minas personales, tema este en el que los camboyanos son campeones.

Si lo que falta es una o las dos piernas se ponen un plástico grueso atado con una cuerda y van arrastrando el casi-miembro produciendo un sonido que acaba por resultarte familiar. Se pone ante ti y espera que le des algo.

Supongo que no debe haber ong’s suficientes para tanta prótesis, o que hacen como un cojo en México d.f. que llevaba la prótesis en la mano y a la pata coja se acercaba a los coches a pedir limosna. Nunca se sabe, pero hemos visto tantos reportajes de organizaciones que hacen prótesis que uno no sabe que pensar.

Junto con Laos, Camboya recibió todas las bombas que sobraban de bombardear Vietnam del Norte así como numerosas incursiones tanto de los buenos como de los malos y todavía quedan extensiones considerables sembradas de minas antipersonales: un regalito de la historia reciente.

Siempre tuvieron turismo en los templos de Ankhor, pero ahora lo están desarrollando por las playas del sur, donde algunos, bastantes jubilados europeos y australianos se están instalando para recibir la paga y administrarla en otra moneda más conveniente.

La capital no acaba de adaptarse a la cosa turística y es un poco caos. Las aceras son usadas para aparcar y no tienen semáforos, así que te toca hacer turismo-aventura cada vez que sales a dar una vuelta.

Los salarios son tan bajos que siempre tienen más gente de la que se necesita. Así ceno en un restaurante donde somos cinco clientes y como los empleados se ponen también a cenar (salvo los que nos sirven), los cuento: catorce.

 

 

 

 

 

 

 

Costa Rica, rica 11.15

Nos venden la imagen de un país moderno (no hay ejército y su democracia está bastante consolidada), y sin embargo es conservador en sus raíces, con una influencia enorme de la iglesia católica en costumbres y leyes.

 

Como goza de una paz duradera y, realmente sus paisajes son casi siempre de postal, los gringos han descubierto un lugar para vivir y/o hacer negocios. Y donde éstos llegan todo sube de precio y todos se ponen a hablar inglés.

 

Así visitas lugares que te dan la impresión de estar en California, porque además, las casas, los coches y muchas veces los restaurantes el precio está expresado en dólares.

 

Los Estados Unidos en este país lavan la mala conciencia de haber tenido siempre a Centroamérica como el patio trasero de su casa: un lugar donde tirar la basura. Además son los tutores del único país sin ejército por si las cosas se ponen mal con tanto vecino peleón.

 

Los precios son bastante más altos (igual o superiores que en España) que en el resto de Sudamérica, pero la preocupación del estado por la conservación de la naturaleza hacen que este ‘’turismo de postal’’ quede instalado para un buen rato.

 

No obstante, tienen una legislación muy orientada a conservar el medio ambiente y en eso son modélicos.

 

La mayoría de los visitantes son gringos y ellos saben cómo tratarlos, que necesitan para dejarles los dólares.

 

Estás sentadito en la playa intentando digerir tanta belleza y de pronto, se te acerca un tico y amablemente te dice: ‘’ solo recordarle que tenemos el bote preparado para el tour, con los aparejos de buceo, el kayak a punto y un marisco fresquísimo para usted, no tiene más que llamarme’’. Eso después de habértelo dicho en inglés y haberle dicho que por favor en español.

 

La arquitectura colonial tan apreciada por los españoles en Sudamérica es prácticamente inexistente. Cartago, la primera ciudad que fue capital parece que tiene algo.

 

 

Unas cordilleras, casi todas con volcanes, les protegen de los huracanes que cuando llegan aquí se desvían.

Una apreciable seguridad en la calle que no es poco tratándose de América y un clima tropical hacen el resto.

Si no fuera tan caro es un bonito lugar para quedarse.

 

Los escolares de primaria tienen tres comidas diarias a costa del estado, los bachilleres solo una. Además becas para todos los niños. El que no estudia es porque no quiere.

 

Las sanciones de tráfico son elevadas y en las carreteras hay una prudencia no comparable a los países del entorno.

 

En los lugares de obligada visita como parques naturales o museos, no se cortan en pedir al extranjero siete veces la tarifa del visitante nacional.

 

Desde hace algunas semanas  están llegando pateras de cubanos a Panamá que intentan seguir hacia el norte. Ellos dicen que van a Nicaragua (que los acoge pero no paga gastos), pero parece ser que se dirigen a USA por la ruta punkie, es decir la del trenecito y todas las mafias  carroñeras de México.

Cambian la ruta habitual de patera a Miami por esta, más complicada y desde luego más peligrosa.

 

En Puerto Canoas, frontera entre Panamá y C. Rica ya pasan de mil y la situación empieza a ser delicada.

Pero lo que de verdad le preocupa a este país es la entrada ilegal de nicas, mucho más pobres que los ticos y que vienen a por todas.

Hay una constante de detección y reenvío de nicas a Nicaragua y un goteo en sentido contrario: toda la industria hippie de pulseritas y abalorios la controlan los nicas, además de intentar beneficiarse de la buena sanidad que hay aquí o de la gratuidad de las medicinas. Los nicas acaparan más de la mitad de la actuación policial.

Los gringos están en su salsa y no se molestan en intentar hablar castellano, pero se dejan la plata.

El formato de cuidar la naturaleza y el medio ambiente les está dando resultado y, aunque caro, tienen industria turística para rato.

 

 

 

 

 

Nicaragua: agua!

La proximidad de Costa Rica, todo el romanticismo de los sandinistas luchando contra el dictador Somoza, los comentarios de amigos y amigas cooperantes que nos contaban de la bondad y la generosidad de los nicaragüenses, pueblo pobre en recursos pero rico en dignidad, me invitan a meterme en ese país y dedicarle unos días, con la idea de hacerle más tarde  un viaje más extenso.

 

Todos los mitos y las expectativas se han venido abajo. He salido corriendo y prometiendo no volver jamás, y esto es la primera vez que me ocurre.

 

Si una característica de los países ‘’socialistas’’ de Sudamérica es que muchos puestos de trabajo están ocupados por ‘’luchadores’’ o simplemente por familiares y/o amigos de los que gobiernan en detrimento de los buenos profesionales, en Nicaragua es todavía más evidente.

 

Celosos de sus casi vecinos panameños, han decidido hacer otro canal con apoyo chino. La zona donde se pretende hacer es altamente sísmica y semana si y semana no los técnicos hablan de la viabilidad o la no viabilidad de la obra.

Los chinos, naturalmente, se quedarían con los beneficios la friolera de cien años y la gente y la prensa de la región andan divididas con el asunto.

 

Pero lo más curioso y lo más cutre del país se refleja en la calle, en lo cotidiano: gente ociosa en todas las plazas a la vez que hay ofertas de puestos de trabajo por todas partes; una gestión nefasta del fenómeno turístico (hay que reconocer que España es modélica en esa industria y nos sirve para ver como se lo montan por ahí fuera); una búsqueda del dinero fácil, ya sea en el narco o en la prostitución para los extranjeros.

 

Con la llegada de la noche, en la única zona de Granada donde acuden los turistas, por lo general de USA, se me acerca una niña que debe haber estrenado su primera regla este mes, a venderme anacardos. Le pregunto si va al colegio y me dice que sí, pero que tiene que recoger dinero para pagar los muebles del colegio. Le digo que eso lo paga el gobierno y la niña se marcha a seguir vendiendo. Al cabo de un rato se sienta con un gringo casi de mi edad, hablan un rato y la niña, menú en mano, pide la cena y cena con el gringo.

Al cabo de un rato vuelvo a encontrármela y le comento que la he visto cenar con un señor y me dice que sí. Le pregunto directamente si el señor solo quería invitarla a cenar o más cosas y me contesta que más cosas y se va corriendo.

Como se llama esta industria?

 

En las relaciones que necesariamente se establecen con ellos (alquilar coche, posibles excursiones, etc.), se aprecia una tendencia a lo delictivo, a estar fuera de la ley que me inquieta.

Alquilo una barquita  para ver algunas de las cuatrocientas islas que hay en el lago y observo que el señor con el que he hecho el trato designa a un ‘’capitán’’ para que me lleve.

Le pregunto a mi capitán si se trata de una cooperativa y si han puesto a ese señor a organizar y me contesta que lo han puesto entre todos los ‘’barqueros’’ para evitar las peleas cada vez que llegaba un turista, y que éstas empezaban a ser muy violentas.

 

Buscando la costa en coche alquilado nos encontramos una ‘’zona turística’’ (tres o cuatro restaurantes y un par de alojamientos, vacios) con un arco de cemento a la entrada anunciando el lugar.

Bajo el arco hay unas veinte personas (prácticamente todos los habitantes del complejo) que rodean el coche y empiezan a ofrecernos alojamiento y comidas sin dejar de hablar y moverse a la vez que el vehículo.

La impronta es salir corriendo, pero preferimos aparcar y ver que pasa.

Uno de ellos se ofrece como vigilante del coche. Le digo que no hace falta que allí parece que todos son amigos y que sus amigos no nos van a hacer nada en el coche.

Se produce una disputa entre dos para ver a que restaurante tenemos que ir, nos decidimos por una mujer dando al asunto un barniz de galanteo a la dama.

Cuando nos sentamos a tomar un café horroroso todas las personas desaparecen.

Después tenemos que decir que vamos a ver los alrededores y que volveremos a comer y la cosa se normaliza.

En el siguiente ‘’complejo turístico’’ que nos tropezamos, damos la vuelta antes de entrar.

Las personas que nos rodeaban no eran empresarios de la industria turística, eran una gente a la que le habían regalado aquello para ver lo que sacaban.

Los precios estaban muy por encima de los restaurantes para turistas de la ciudad.

 

 

El encontrarte en los lugares de trabajo a gente no idónea se repite hasta que sales.

 

Es posible que habiendo tenido tantas guerras no se aclaren en tiempo de paz y necesiten guerras para seguir viviendo, pero la sensación que da Nicaragua es de violencia a veces contenida y a veces asomando, y, te sientes como cuando en los barrios desvaforecidos, ante la llegada de la policía alguien da el aviso para salir corriendo: ¡ agua !

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Panamá, abierto en canal 10.15

Siempre se habían buscado la vida sin mirar demasiado las líneas que separan la delincuencia.

 

 Así matriculaban barcos que después se dedicaban a cosas raras, tenían algunos bancos dedicados a deportes delicados, escondían o daban asilo a todos los gobernantes que salían por piernas de los países vecinos o surtían de contrabando a quien se lo pedía, especialmente de noche y principalmente por mar como pude comprobar en Puerto Lópes de Ecuador hace unos años cuando casualmente toda una comarca se quedó sin luz para facilitar el desembarco.

 

Pero de pronto se cumple la fecha en la que el canal deja de ser gringo, y, salvo alguna tarea puntual de mantenimiento (detienen y encarcelan en los Estados Unidos a un presidente de Panamá políticamente incorrecto), los gringos se van dejando la gallina y los huevos de oro para los panameños.

 

El bienestar de este país ha nacido con el siglo y ahora son adolescentes con pasta y ese y no otro es el perfil colectivo.

 

Aquí están acudiendo de todas partes gentes para hacer dinero. Especialmente de Venezuela donde las cosas se están ‘’madurando’’ deprisa.

 

Si pueden vienen con divisas y se montan negocios o compran pisos y se distinguen de los otros inmigrantes, generalmente nicas o colombianos que vienen con lo puesto.

 

Los gringos dejaron el canal en 1999 y firmaron todos con sangre que pasara lo que pasara en este país el canal no se pararía. Y así les va. En lo que llevamos de siglo les está entrando dinero por maldición.

Fueron tantos años con los gringos de inquilinos que asumieron sus costumbres. Así no encuentras lugares para comer gastronomía panameña, solo fast food de multinacionales.

Hasta asumieron lo de celebrar el día de acción de gracias y comer pavo (con el calor que da a 35º).

 

Agradecidos y emocionados les dan las gracias por venir y por dejarles el canal después de ordeñarlo casi cien años.

 

Pero no hay que copiar demasiado para no resultar fotocopia del otro, y en lo referido a las ganas de trabajar de los gringos y su actitud ante el trabajo, esa parte se la saltaron. Y es que como dicen los andaluces, ‘’con estas calores no apetece más que refrescarsen’’

 

 La ciudad de  Colón me dio una impresión de suciedad y peligro que hacía tiempo que no sentía. Constantemente venían a decirme que cogiera un taxi para moverme y que estuviera cerca de la policía.

 

El ambiente punkie se acompañaba de una duradera -al parecer- huelga de recogida de basuras con las ratitas paseándose por los montones de desperdicios y las zonas verdes llenas de plásticos.

 

No están acostumbrados a ver turistas o visitantes. La industria turística es prácticamente inexistente. Cuando descubres que eres extranjero te preguntan en que empresa trabajas o si has venido a invertir.

 

Cuando salgo de mi alojamiento en ciudad de Panamá con maleta todo el mundo me pregunta si voy de viaje y a donde voy.

En Bocas del Toro, unas islas turísticas casi en la frontera con Costa Rica, las infraestructuras que hay para recibir a los visitantes son muy básicas y agradezco que sea temporada baja porque si viene un golpe de gente no podrían gestionarlo.

 

La  moneda oficial es el balboa, que equivale al dólar que es con la que funcionan. Ellos solo han acuñado algunas de las monedas de centavos aunque las monedas de USA también funcionan.

 

La moda tan sudamericana que consiste en meter todos los kilos de tocino que se poseen dentro de unos pantalones ajustadísimos y apretar mucho el pecho para que en todo momento parezca que van a salirse del sitio, en Panamá es más acentuada. Hay mucha gente con sobrepeso pero casi todo el mundo lo quiere embutido en siluetas inverosímiles por detrás. Por delante el formato de mulata pechugona.

Uno se pregunta si esos pantalones tienen una tela especial o reventarán alguna vez cuando se baile o se muevan con más soltura.

 

Ya hacía tiempo que no veía niñas de cinco o siete años con la boca y los ojos pintados y la carita con crema. También a veces con tacones.

 

Y es que el Caribe es provocación y dar rienda suelta a los instintos. No así a las carnes todas embutidas en esos pantalones mágicos formando siluetas extravagantes, sin dejar ni un gramo a la imaginación.

 

 

 

 

 

Hamburg 06.15

Aquí no llegan los turistas, así que no es necesario tener el menú ni siquiera en inglés: si no lo entiendes que te den.

Visto el panorama, y, seguramente por hacerme de notar, cada vez que necesito algo pregunto si hablan español. A la mayoría les da risa.

Aquí, durante la guerra les echaron unas bombas que entonces se llamaban de  fósforo y luego, mejoradas las llamaron napalm  que se impregnaban en el  cuerpo de los habitantes y éstos se metían en el río Elba para aliviarse, pero cuando salían del agua volvían a arder.

La ciudad quedó totalmente destruida y en una primera visión da la impresión de ser todo moderna.

Ahora disfrutan de una renta per cápita más alta que la mayoría del país, un sistema de transporte de los mejores del mundo y un ambiente donde prima la confianza: las mesas y sillas de las terrazas se dejan en la calle por la noche y la gente no toma precauciones anti-robo en las aglomeraciones.

Al igual que el resto de Alemania, el único control en metro, bus o tren es un cartel que advierte que no entres sin billete: no se ficha ni a la entrada ni a la salida. Supongo que debe haber unos revisores y que la multa debe ser elevada, pero yo no los he visto todavía.

Las calles absolutamente limpias, creo que le sacan brillo hasta los semáforos, y bicis y perros por todas partes: en el metro es frecuente tropezarte con alguna bici.

El excelente transporte público hace que en el centro de la ciudad no se produzcan atascos de coches, y  cuando uno pita parece que ha ocurrido algo especial: igualito que nosotros.

Inmigrantes pocos, un par de calles de turcos y algún negro que otro.

El puerto es el alma de la ciudad. Se trata del segundo de Europa lo que, tratándose de un río aún es más mérito: el mar queda como a cien kilómetros.

El único turismo que reciben es el alemán, y, en los días que he estado casi todo lo que se ve son excursiones escolares, y alguna de ancianos.

En Hamburgo, a cualquier hora puedes ver a alguien bebiendo una cerveza.

Da la impresión de que nunca pasa nada.

 

Borneo 03.15

Parece ser que toda la isla es una selva. Lo mejor que le puede pasar a una selva es que sea montañosa porque así se ve. En el Amazonas, donde todo es llano tienen que construir miradores elevados para poder verla. En Laos o en Borneo basta ir por una carretera para que se te caiga la baba.

Hay lugares donde las plantas han trepado por los postes de la luz y ha habido que podarlos.

Hay parques nacionales por todas partes. El que he visitado en la parte de Malaysia es un sendero de unos cinco o seis km.  que han construido para llegar a una cueva bonita, pero en cualquier lugar de la isla que pongan un sendero y se metan para adentro te encuentras lo mismo.

Cada pocos km atraviesas un río enorme. De vez en cuando se ven zonas agrícolas, generalmente palma para aceite, bananas o piñas, pero muy poco. Lo demás selva.

Como en todas las selvas, cuando te metes un poco dentro empiezas a oír muchos  sonidos mezclados,  procedentes de animales desconocidos que, al menos a mi, me animan a salir corriendo.

Malaysia 03.15

La primera impresión y las siguientes es que son kinkis. Mas oscuros que sus vecinos thais e indonesios y con un aspecto (ellos y ellas) de Kindi.

Diminutos como los laosianos y atrevid@s en el vestir: pelos modernos y, parece que, aunque todas las religiones son toleradas, los musulmanes ganan por goleada y muchas mujeres llevan velo aunque siguen pareciendo kinkis.

La vida en Malaysia es mucho más barata que en Brunei y el ambiente un poco más tolerante. Ellos sobretodo hacen lo posible para que se note que son modernos.

En la parte este es muy fácil encontrar playas paradisíacas, lo difícil es encontrar un hotel donde quedarte o un lugar donde comer.

No se plantean el negocio turístico porque no les llegan turistas, y los de Brunei no están en esa  onda.

Brunei 3.15

Estos no lo ponen fácil. Ya en el aeropuerto de Bangkok, desde donde tengo que ir a ese país me preguntan cosas habituales como cuando dinero llevo encima y otras menos habituales como cuánto dinero hay detrás de mi tarjeta de crédito.

Me piden mi billete de regreso a España que está en mi maleta y lo ponen tan complicado que les pido que me devuelvan el dinerito que paso de ir.

Parece que decide bajar la presión y me dejan subir al avión, y allí ocurre el primer flipe: antes de dar las instrucciones de seguridad, la pantallita se pone a rezar y todo el mundo se pone en posición (sin dejar de estar sentados, faltaría más que se arrodillaran). La inmediata es un ataque de risa que tengo que controlar porque siento verdaderamente miedo de ponerme a reír en esa situación.

Nos sirven cena en el avión y cuando me pregunta que quiero para beber le digo que vino y la azafata que lleva gorrito y velo pone cara de alucinada. O sea que no, cerveza tampoco, porque en ese país no hay alcohol. Tampoco hay parlamento, ni partidos políticos, ni elecciones, ni sindicatos, ni prensa libre, ni gente gay. La cosa funciona como le sale del zirivingingui al sultán, que es el que manda.

Tienen petróleo por maldición y todo son autopistas iluminadas, señalizadas cada cien metros y poderío muchas veces hortera para cuatro gatos: cuatrocientos mil.

La mano de obra barata la pone Bangla Desh a precios de saldo, sin atención médica gratuita como los ciudadanos de allí, ni casi ningún derecho, y a la mínima te vuelves a tu tierra que no queremos problemas.

En fin, una ganga.

 A los ciudadanos de Brunei no se les ve, o están conduciendo super-coches sin impuestos a 30 céntimos de euro el litro de gasoil o en los centros comerciales. Calles desiertas donde solo ves a la mano de obra barata que no tiene para un coche. Así que no me puedo pronunciar sobre si son guapos o altos porque no se les ve.

Los viernes a las doce se cierra todo y acuden a la mezquita a rezar hasta las dos. Cerrar todo quiere decir todo.

Pero no se puede tener a la gente tan reprimida y justo nada mas cruzar la frontera con Malaysia está Miri que es como Perpignan para el franquismo: allí los Brunei people encuentran alcohol y lo que necesitan.

La frontera  es la más amable que he pasado por esta área, claro que voy con alguien de Brunei, pero para mayor consuelo, Malaysia es más barata.

Por aquí también están desarrollándose los chinos que tienen casi todos los hoteles, muchos restaurantes y muchísimos negocios. A ver quien para a estos.

De  pronto, todos los coches  de la carretera se apartan y pasa a toda máquina un desfile de cochazos de cristales negros con dos motoristas delante y otros dos detrás. Pregunto si es el sultán y me explican que solamente es un familiar.  Y es que no hay nada como la familia.

Laos 02.15

Después de tantos viajes, al final logras distinguir a los vietnamitas de los coreanos y a éstos de los tailandeses porque parecen iguales pero no lo son.

Entro en Laos desde Thailandia y el efecto que me produce es que son más pequeños, más reducidos.

Hay una expresión, no carente de mala leche, que suele ser utilizada por las señoras valencianas para referirse a alguien haciendo constar sus carencias. Suelen decir de esta persona que es ‘’poquita cosa’’.

Pues esa es la sensación que te llevas cuando llegas.

Esta característica que puede ser útil en determinadas circunstancias tiene también sus desventajas: muchas veces, los asientos del transporte público se hizo pensando en ellos y cuando te sientas medio culo se te queda fuera.

Además de ser poquita cosa, a estos les ha caído todo encima: tienen el record de ser el país mas bombardeado del mundo, y han recibido hostias de todas partes, pobrecitos, ellos que no se metían con nadie.

Eso explica que no sonrían a la primera como los indonesios o los tailandeses, ni quieran trato con extranjeros, no aceptan que se les fotografíe y, cuando por necesidad se sientan a tu lado en el bus, en cuanto hay un sitio libre te dejan y se van.

Parece que cada vez que ha venido por aquí el hombre blanco ha sido para joderlos y hasta aquí hemos llegado.

Los franceses los quisieron hacer trabajar para sacarle partido a la colonia y la cosa acabó trayendo decenas de miles de vietnamitas porque no había manera de hacerlos apencar.

El opio debe explicar ese carácter introvertido y tranquilo así como el poco interés por ser el trabajador del mes.

Recuerdo en la transición que un político de izquierdas dijo que fumar marihuana no era malo, que lo malo es que si se legalizaba y todos fumaban ¿quién iba a trabajar?, porque a ningún fumeta le da por currar.

La industria turística la han enfocado de forma sencilla y sin complicarse: si viene gente que se dejen la pasta.  Cada cosa que puedan desear los turistas sube enseguida de precio sin tener en cuenta la calidad ni la mejora  ni gaitas.

De esta manera subes a un barco que te cuesta el salario de medio mes de un laosiano, te sientas y cuando te echas hacia atrás te das una hostia porque los asientos no los han clavado en el suelo.

Las sorpresas son constantes y no se alteran por nada, pero el país es tan hermoso que te compensas después.

Cuando les preguntas si puedes hacer una foto directamente te dicen que no.

A los niños los tienen bien amaestrados. En los poblados se te acercan, nunca te piden nada simplemente vienen a observarte y, en cuanto sacas la cámara se van todos corriendo. 

Yo he conseguido hacer algunas fotos de niños sobre todo de los muy pequeños y tengo la sensación de haberlas robado, pero no puede resistir la tentación.

No encuentras a ninguna persona de Laos teniendo una conversación con alguien extranjero. Su relación se limita al ‘’negosi’’ y fin. Todo lo contrario de sus vecinos.

Las carreteras están todas en construcción, así que en los trayectos largos el conductor, antes de salir reparte bolsas de plástico para vomitar dentro de un orden.

Por la carretera, constantemente cruzan niños pequeños y todo tipo de animales (pollos, patos, cerdos siempre negros, vacas, etc.), pero no se ven rastros que aseguren que ninguno de ellos fue atropellado, y los conductores no aminoran el paso, los animales y los pequeñines lo han asimilado en los genes.

En el norte, si se hace una carretera nueva, una presa para conseguir energía o se plantan plátanos o sandías en plan industrial, son los chinos los que se encargan del asunto. Tienen sus pensiones con sus carteles en chino  y forman un grupo bastante cerrado que va penetrando en la economía laosiana como quien no quiere la cosa. Ya les han prometido que el tren de alta velocidad  chino va a llegar hasta aquí.

En muchos hoteles, agencias de viajes o salas de masaje, . . . te obligan  a dejar el calzado a la entrada e ir descalzo por dentro, que es su costumbre.

En el barco y en algunos buses de lujo también. En el barco era especialmente delicado cuando tenias que ir al baño porque el suelo estaba siempre muy mojado, pero las costumbres son las costumbres.

 

 

 

 

 

 

Bangkok. . una foto imposible 02.15

Las ocho de la mañana, un mendigo durmiendo en la acera y sobre él, sobre su pecho, una rata.

No puedo apreciar si el animalito está jugando o le ha hincado el diente, lo bien cierto es que el mendigo, muy tranquilo y muy zen ha cogido a la ratita y la ha apartado de su persona.

Aquella, se ha ido tranquilamente a buscar otras cosas en otros lugares y el mendigo vuelve a acomodarse para echar la última cabezadita que ya empieza a pasar mucha gente.

No me apetece ser trágico y suponer que acabo de asistir a un duelo de quien se come a quien, porque el mendigo sabe que si se duerme o pierde el conocimiento, la rata se lo come y ella también sabe que si el hambre aprieta puede ser comida, pero nadie ha querido dramatizar ni asustar al contrincante, porque todo ha sido como de ceder el paso ante un atasco,que esta es la ciudad de los atascos. Pero hay quién, por menos de esto escribe Moby Dick.

Antioquia 11.14

Tal vez sea el morbo de saber que hace muy poco tiempo la violencia se llevó a tanta gente repartida entre los cuatro palos de la baraja de este país:  guerrilla, ejército, narcotráfico y paramilitares.

 

O tal vez sean los paisajes mas hermosos que pueda imaginarse, donde el verde es siempre nuevo porque en noviembre, casi cada día de pronto el cielo se pone negro, se rompe y llueve en un rato lo que mi pueblo necesita para todo un año.

 

El caso es que el lugar me está resultando muy atrayente y sus gentes encantadoras.  No tienen porque fingir ser amables con los turistas porque no hay ninguno, pero si lo son y mucho con los visitantes, eso si, después de preguntar el pedigrí.

 

Un lugar al que nunca me hubiera atrevido a venir a no ser porque conozco a alguien que me acompaña y me orienta, aunque ahora supongo que no tendría problema alguno en volver solo.

 

En Antioquia muchas mujeres tienen sobrepeso, pero no se reprimen de ponerse prendas estrechas marcando nalgas, pechuga y muslos que ocupan toda la acera y tiemblan como flanes.

Cuando comento estas exhibiciones me comentan que . . .’’lo que no se enseña no se vende’’.

 

La realidad es que las raciones siempre son excesivas, y, en las celebraciones, como nosotros en los años sesenta, ir de fiesta equivale a comer hasta reventar.

 

En Antioquia cuando llamas a un camarero o vas a preguntar algo en una tienda siempre te dicen: ‘’a la orden’’ y eso debe ser otro de los regalitos que hemos desparramado por América, desde la conquista o lo que coño fuera aquello. Cuando das las gracias contestan ‘’ con mucho gusto’’. Al principio lo ves como servil, pero después observas que lo hacen con todo el mundo y resulta muy delicado.

 

Llenan las iglesias católicas de gente todos los días y muchos de ellos varias veces. Puedo dar fe de ello porque estoy viviendo junto a una de ellas.

Tienen todo tipo de oferta de productos: novenas, rosarios, las consabidas misas, sesiones pre-comuniones o pre-confirmaciones y otros que no recuerdo.

 

En el pueblo que estoy ubicado de unos siete u ocho mil habitantes, me dice el párroco (hombre aficionado a las técnicas de gestión) que gastan entre tres mil y tres mil quinientas hostias cada fin de semana, lo que da una idea de cómo anda el tema religioso.

 

Es una zona donde existen muchas minas. De oro, naturalmente, que aquí no se ponen por menos. Más al norte las hay de esmeraldas.

Minas legales o clandestinas, con alguna maquinaria rudimentaria o básicamente manual.

 

Hay minas y mineros, pero los mineros todos saben que no gestionan bien, que no son de ahorrar ni de pensar en el futuro, así que en cuanto cobran el oro no paran de gastarlo hasta que se acaba. Naturalmente en las dos aficiones mayoritarias: alcohol y mujeres.

 

En Antioquia se sabe donde hay oro por medio de unas barritas de metal rellenas de no se sabe qué (solo los que se ocupan de eso), con algunas oraciones y normas generales (no pueden ser tocadas por mujeres embarazadas o menstruando, etc.).

 

El proceso es parecido al de buscar agua. Las barritas metálicas se mueven hacia la dirección donde se encuentra el metal y allí mismo comienza a excavarse una mina.

 

También  se sabe porque, según dicen, el oro emite unos gases que se encienden en algún momento.

 

Siempre  se santiguan cuando pasan por delante de una iglesia, aunque vayan conduciendo o sobando a la pareja.

Cuando  se despiden, lo hacen  con un ‘’que esté bien’’ y cuando conversan dicen frecuentemente ‘’y que más’’, que te deja con la necesidad de tener que decir algo aunque no llevaras esa idea.

 

En Antioquia todavía hay muchos caballos porque hay que subir a las montañas donde no hay caminos.

Cuando los ‘’caballeros’’ bajan a los pueblos a tomar algo en los bares dejan al caballo en la puerta del bar, pero no lo atan a la reja como en las películas, sino que sostienen con una mano la brida, mientras con la otra van tomando, y el animalito ni se mueve.

 

Así se aparcan caballos, motos, coches y si toca, el bus del pueblo, que hay sitio para todos.

 

He podido comprobar como un campesino estuvo más de tres horas sin soltar ni la brida ni la bebida: es de suponer que el caballo conocía el camino de vuelta.

 

La Navidad es una cosa muy importante y comienza oficialmente en los últimos días de noviembre. Esto parece ser así en toda la América latina, porque es un dato que siempre me ha llamado la atención en anteriores viajes, pero en Antioquia los adornos los han comenzado a poner en la primera decena de noviembre, y en muchas tiendas ya tienen expuestas las lucecitas y las tiras de papel de aluminio cortaditas y peinaditas.

 

 

En el bar, cuando eres nuevo, y a modo de cumplido, te sugieren que elijas la música, aunque tu tal vez preferirías poder elegir el volumen que siempre es atronador. La elección se hace sobre estilos, así cuando llego la cosa iba de rancheras. Al declinar mi elección, mi vecino de mesa usa mi voto y pide boleros y ya sabes lo que vas a escuchar la próxima hora.

 

En Providencia, domingo mañana una furgoneta con altavoces anuncia las ventajas de una funeraria, que según publicitan, tiene certificado de calidad.

 

Espero que no se trate de encuestas a los usuarios una vez enterrados, pero hay que reconocerle todo un estilo en los slogans que suenan a mucho volumen rompiendo la paz de un pueblito que la noche anterior, sábado, debió acostarse con algún trago de más. ‘’ ¿está usted preparado para la pérdida de un ser querido?’’  ‘’¿Sabe como manejarse en los momentos difíciles?’’

 

Definitivamente, me pongo a leer a Gabo como ellos dicen, porque, aunque dicen que los pueblos de sus novelas son un poco más al norte, creo que estoy en el lugar adecuado.

Los fines de semana, la vida ciudadana se trastoca, la música de los bares suena mucho más fuerte, las mujeres se ponen mas provocativas y los campesinos de la sierra bajan a ponerse al día de sus adicciones: alcohol y mujeres.

 

Los domingos todo el mundo está en la calle. El que tiene algo para vender lo expone, los paseantes parecen más relajados y la presencia del ejército se incrementa, sobre todo en zonas de paseo y en las paradas de los buses.

 

Y por qué patrulla el ejército con armas y munición? pués muy fácil: están reclutando jóvenes para llevárselos a servir a la patria.

 

Los ricos se libran pagando un soborno a algún militar conocido, pero los pobres no tienen más remedio que ir. Con la guerrilla, los paramilitares y los narcotraficantes sueltos, los muchachos saben que,  muchas veces, es ir a una carnicería.

 

Algunos optan por buscar a alguien extranjero (da igual, mujer u hombre) que los pueda librar de esa pesadilla pagando lo que pida el corrupto de turno. Y esa estrategia, en la prensa y tv. europeas la llaman turismo sexual.

 

Naturalmente, del paseo dominical falta toda una generación de muchachos que, ante la presencia del ejército (hoy mucho mas numerosa que el domingo anterior) deben andar escondidos.

 

He estado un buen rato en la parada del bus para ver si se producía alguna detención, pero la gente no es tonta y no asoma.

 

Los campesinos llegados de las aldeas de la montaña, con menos picardía serán presa fácil.

 

El país se está desarrollando, de modo que cada vez son mayores los camiones para transportar productos. Sin embargo, el tamaño de los transportes se ha adelantado al de las carreteras. Esto hace que camiones grandísimos generalmente norteamericanos tienen que pasar por poblaciones muy estrechas.

Cuando esto ocurre, como no se contempla en los presupuestos municipales, algunas personas del pueblo se encargan de ordenar los atascos con carteles de pare y pase.

Cuando han resuelto el problema pasan la gorra y todo el mundo les da unas monedas.

 

En las estrechas carreteras de la montaña muchas veces tienen que parar en las curvas y maniobrar hasta poder pasar cada uno a su destino.

 

No es difícil pasar un par de semanas en Antioquia y que se te quede en el corazón para siempre: un regalo para los sentidos.

 

 

Y otra más 11.14

En la avda. Wilson de Lima, hay una esquina donde se detienen los automovilistas más tiempo del normal. A veces suelen acudir allí vendedores de cualquier cosa aprovechando la espera.

 

Hay un señor que lo único que hace es pedir dinero, pero la vida no parece haberse portado bien con el y le ha privado de sus piernas, por lo que nuestro amigo se maneja en silla de ruedas, o tal vez pide dinero porque está en ese estado.

 

El caso es que debía ser peligroso acercarse a los coches con la silla de ruedas desde la acera con el peligro de caer y ser atropellado, y el buen hombre se ha inventado algo muy útil para su trabajo (porque lo he visto varias veces mañana y tarde, es decir, que nuestro amigo tiene horario).

 

El artefacto en cuestión es un tubo de unos dos metros de largo al final del cual hay un cazo para recoger las monedas.

 

Nuestro amigo se toma el trabajo en serio y todos los coches que paran  delante suyo, les pone el cazo directamente en la cara, y si, prevenidos porque pasan a menudo y no quieren esa intimidad, cierran el cristal, nuestro hombre les da golpes con el cazo-lanza en los cristales, visiblemente cabreado.

He intentado hacerle la foto pero se ha dado cuenta, y me he librado porque desde donde estaba no llegaba la lanza con cazo pero se le veían sus intenciones.

 

Siempre se ha dicho de la mala leche de los cojos y los unicejos y conviene acordarse de los refranes de nuestros progenitores.

 

 

 

 

Otra foto imposible 11.14

Bus de Lima a Paracas, en las afueras de la capital hay un lugar donde los expertos han debido aconsejar poner vallas publicitarias sobre las casas para anunciar sus productos.

Suponemos que los que prestan su tejado para estos menesteres perciben unos ingresos extra y son muchos los que lo hacen.

Pero hay una casa donde la valla era mas pesada de lo normal o el tejado tiene menos resistencia y la valla se ha hundido clavando sus soportes dentro de la casa y quedando la valla inclinada con difícil lectura de su mensaje.

O los responsables no han ido a arreglar aquello o el dueño de la casita no puede quitar la supervalla pero el caso es que sigue inclinada con las matas metidas posiblemente en el dormitorio y, por lo que parece, sin fecha de caducidad.

Y a uno le da por pensar sobre el contenido y el continente y rogar a los dioses que la cosa no pase de ahí y que no continúe cayendo y llevándose consigo a algún miembro familiar.