lisboa 04.04
Lisboa me recibe domingo mañana gris y lloviendo.
Si ya de por si es decadente y nostálgica (que es a lo que venimos), con un tiempo asi solo falta la Dulce Pontes cantando un fado bajo un paraguas en cualquier
esquina.
Es temprano y no estan todavia puestas las calles cuando el taxista me
cuenta la historia universal de que se le ha averiado el taximetro, le
explico que Tanger es mas abajo, que esto es Europa, le pago la mitad de lo
que pide y lo que era una silenciosa mañana de lluvia la rompemos a gritos:
se queda con la mitad y me maldice en portugues, yo hago lo mismo en
valenciá y encima hacemos pais.
El Chiado era hermoso, se quemó y seguia siendo hermoso, ahora restaurado
(no se sabe lo que han restaurado), sigue siendo hermoso, como l@s jovenes
que lo son se pongan lo que se pongan.
Las calles cortadas, pregunto si es terrorismo y resulta ser un maraton en el que participan no mas de cincuenta, la mayoria de color (negro naturalmente) de generosos apendices con la mirada clavada en el mas alla.
Los kioskos de la Plaça del Rossio exhiben todos los periódicos mojados (sopa de letras?) y ni un plastico que los proteja.
Curiosidades del lenguaje: la feria del libro de ocasión aqui es de 'libros
manoseados' y es que en portugues se entiende todo todo.
Detras de la Avda. Libertade han puesto un conjunto de fuentes y cemento que
se proclama 'lugar de encuentro de culturas' y es cierto porque se han
encontrado las culturas de cabo verde, angola y mozambique y un poco mas
alla me encuentro a las mismas culturas jugando a barrio de yonkis y putas
con policia incluida en la ultima ocasion de vaciar los depositos antes de
la dura semana que les espera.
Dios mio, porque siempre aparezco por estos lugares con la de iglesias que hay.
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