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cuidadokechema

Uno, dos, tres Progresos 02.05

 

 

      

Progreso uno.- Fui el domingo y estaba lleno de mex con niños y pelotillas y aquello tenia mucho sabor, así que decidí pasar allí un par de días.
 Progreso dos.- Lunes, estuve prácticamente solito: todo para mi, playa restaurantes y solamente algunos gringos residentes que han descubierto el chollo.

A las siete de la tarde no había ni dios y tuve que hacer amistad con un desconocido que probablemente buscaba otra cosa, pero yo nomás por platicar y me metió un rollo sobre la biología marina y el arte de fabricar pulpos como hacen con las doradas en España que pesan todas lo mismo.

Como uno viaja solo y no es por casualidad, a las ocho y media lo despedí.

 Progreso tres. Llega el martes y de pronto me encuentro con un sinfin de paraetas con camisetas y collaritos y toda la peña como si les hubieran metido una raya a todo el pueblo, pregunto que pasa y me dicen que esta llegando un crusero con gringos a pasar el día: quitan los carteles que anuncian la comida en español y de pronto todo en ingles y todo el mundo me dice welcome y se ponen en marcha todas las industrias que estaban, al parecer, hivernando: las hamacas, las motos acuáticas, los dientes de tiburón y de pronto aparecen ellos: son un montón y bajan del barco clasificados, así los paletos cachas de Kansas se juntan con los paletos cachas de Oregón y atienden la industria de las cervezas, los jubilatas con jubilatas a darle al coco macheteado, esta vez helado para ellos, los negros van en grupo con los negros y hasta el imprescindible grupito de japos con sus sombrillitas y sus sombreros horteras, los super gordos, las milinguis y todos los precios en dólares y me paso toda la mañana como la Rocío Jurado diciendo que soy de España, España, mientras toda la peña se apresura a recoger lo que pueda caerles del maná en dólares.

Entro en un rest. a hacerme un café, americano por supuesto y como en casi todas partes han desempolvado los instrumentos (en este caso un piano) y han puesto al currante de turno a darle a los boleros, oigo aquello de 'tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos...' , cojo la maleta y me voy. fin

Lenguaje lógico: donde se cruzan dos carreteras se llama crucero (también)

 

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