Campeche 02.05

 

 

        

Los habitantes de Campeche son los campechanos y además lo son.
Es imposible imaginarse esta ciudad patrimonio de la humanitat, bellísima, sin ventiladores, donde te pones tienes uno sobre tu cabeza.
En la habitación  del hotel un poco cutre tengo uno que parece un helicóptero, anoche al ir a cenar al restaurante,  el mesero me preguntaba si me ponía 'el abanico', y es ke hoy hasen 39 grados.
He visto ventiladores hasta en las iglesias, para darle aire a la fe, supongo.
el hotel es cutret y el encarregat gordo, con barba y abiertamente enemigo de las duchas. Sería un espléndido sargento chusquero de Pancho Villa si La Cubana hiciera algo sobre la revolusión mexicana.
El y sus colegas montan timbas de cartas al anocheser hasta las tantas en resepsión y me apunto nomás por platicar y con la suerte del prinsipiante los desplumo y no puedo platicar porque estos son de los que hablan muy deprisa y se comen la mitad de las letras, no entiendo nada pero entre los cuatro formamos una bonita postal, en la que destaco como el único componente que se ducha todos los días.
El comienzo ha sido surrealista: a que juegan ustedes, respuesta: ‘con quien’? y así hasta cuatro veces hasta que el barbas al que sus colegas llaman generosamente gordo me dise: el juego se llama con quien. y yo lo entendía como preguntando y es que hablan raro y es que aquí son como son.
Después de dos horillas de ir repitiendo el sonsonete compruebo que solo hablan de tetas y culos y, como pasaban todos de los cuarenta cincuenta supongo que son casados que van por ahí a pillar.
Sin embargo las conversaciones que pillo de ellas son todas de sufrir y padecer problemas y uno no sabe si hablan solamente de penas por ver tanto culebrón o que los culebrones reflejan la vida real.

También he conocido un grupo de maestros/as jubilatas de Cuernavaca, Morelos y es que aquí se dice la ciudad y a continuación el estado y nomás por platicar les he dicho que yo también era maestro jubilata español, y se han mostrado encantados y solidarios y me han hecho intervenir en un conflicto entre los que se habían gastado toda la pasta y querían concluir el viaje y los mas ahorradores que pretendían seguir viaje hasta el final, yo,  como Maria Ángeles, nomás por platicar, es que eso de viajar solo cuando