argentina 2 Buenos Aires geografía 03.06

Siempre nos contaron que las cebollas españolas exportadas a Reino Unido, al pasar el Canal de la Mancha pierden su acidez.Del mismo modo, los marroquíees cuando pasan el Estrecho de Gibraltar y los argentinos al atravesar el Atlántico y llegan a España cambian, generalmente a peor, por lo que cuando llegas aquí tienes que revisar tus baremos y ajustarlos a la realidad, siempre a su favor. Buenos Aires (pronunciese buenosssáairess) sorprende por su cosmopolitismo y sus buenas y amables gentes por lo general: en mi estadística personal me salen ocho personas excelentes por un hijo de puta, eso si, muy muy hijo de puta. Tenemos muchas cosas que aprender de los argentinos: leen mas que nosotros y son muy respetuosos con el forastero, aunque no se puede decir lo mismo de los conductores de los que hay que protegerse especialmente. Los rituales de relación social muchas veces definen a los pueblos: si en Ecuador,  al dar las gracias te respondían con un ‘a la orden’, aquí dicen ‘no por favor’  abandonando esos servilismos de residuos coloniales que abundan cuanto mas indios hay y que a tantos españoles complacen y a algunos nos molesta. Al igual que en Montevideo casi no hay negros, ni indios ni chinos y no se puede hablar de racismo porque no pueden practicarlo y siempre te queda la duda de si los hubiera. La idea que tienen de los españoles no puede sustraerse del papel que nuestras empresas (Repsol, Telefónica, Bbva, Santander, Iberia, etc.) han tenido en el corralito y la corrupción en general, barriendo a su favor sin mesura, aprovechándose hasta el límite de las miserias ajenas, por lo que muchos piensan que somos los españoles los malos (otra vez), lo mismo que en México cuando te hacen directamente responsable de las atrocidades de Hernan Cortes. Tampoco parece que el papel de los empresarios particulares españoles aquí instalados, que no son pocos, hayan tenido, en estos tiempos de crisis, un papel ejemplar, y no te molestes en explicarles que tu patria es el mundo y tu bandera una tela estampada de bellos colores o, porque no, un vestido de lunares.