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cuidadokechema

Villahermosa, todo a cien 02.05

 

 

  

No estaba en la ruta pero después de siete horas de bus paro para dormir y continuar a Chiapas.
Los pillo de san Valentín que aquí es el día del amor y la amistad, ellos sabrán porque, posiblemente para que los que no tienen amor compren algo también.
Toda la ciudad esta en el tema, todas las calles venden detallitos chinos de todo a cien y los restaurantes  decorados con globos de corazones que a su vez forman grandes corazones que cuelgan del techo.

Ceno en uno que tiene en las mesas dos flores de plástico en forma de corazón  y cuando toda la gente en una calle peatonal esta en el asunto aparece el guiness del día: entre cuatro mozos llevan una plataforma de madera y sobre ella un osito de peluche mas grande que la imagen de san Roque de Godelleta, y lo mas punkie es que lo llevan con dignidad, sabiéndose envidiados por toda la peña que les va abriendo paso, se supone que la agraciada lo pondrá en el jardín.
Villahermosa es villafea desde que apareció petróleo y en vez de reconstruir una ciudad antigua la dejaron morir y los ricos se montaron otra un poco mas allá.
 Calor de treinta grados al anochecer y un gran barullo de personal vendiendo y comprando de todo a cien, mas de dos horas de vuelta y no veo ningún extranjero y se respira un aire rarito, tan rarito como el hotel que es la primera vez que no me atrevo a dejar nada de valor ni con candado.Salgo con todo puesto y un espóntaneo empieza saludando y termina cogiéndome (perdón, agarrándome) el brazo para que le convide a no se que. Tengo que ponerme de gritar y salir por piernas porque el sujeto empezó diciendo que tienes un águila muy buena en la cara y, cuando comprobó que no iba a haber invitación,  termino amenazando: ‘lleva cuidado que hay muchos peligros aki’ , así que habrá que irse para Chiapas.


También en Villahermosa hay mucha musiquilla aunque menos que en Veracrus y seguramente es la única actividad en la que ponen interés, porque en general y cuando no están de fiesta paran todos y todas como muy desmotivados.
Al principio no controlaba cuando me devolvían monedas hasta que me di cuenta de que me daban de menos, a los pocos días comencé a contar minuciosamente lo que me devolvían y entonces compruebo que también a veces me devuelven de mas o sea que me inclino a pensar que no saben de cuentas.
Tampoco saben de planos, les señalas una calle próxima en el plano de su

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