Nha Trang and flamenco viet in the nigth
Llego al hotel tarde, después de algunas escaramuzas playeras (any
questions) y me encuentro a los agitados turistas locales alojados en mi
hotel celebrando un party (hombres solos : seis, las mujeres bajan a saludar
en pijama, me preguntan el nombre y la edad y se van a dormir educadas
aunque curiosonas).El party consiste en que en un poal (cubo) lleno de hielo van vaciando cervezas (el hotelero dijo que cuarenta y ocho) y te van
ofreciendo con un cierto interés de bufar al guiri porque ellos estaban pal
arrastre cuando yo llegue.Conforme va pasando el tiempo van trayendo cosas de comer (vegetales, tiras de carne de no se que), y a cantar y a bailar y a tocarse (siempre que te hablan te tocan), y que tu tienes pelos y yo no, y a
enseñar pelos y a bailar flamenco y ellos venga de la risa (ninguno hablaba
ingles, todo por señas y a palpo) y yo, entre tantas bellezas tuve que
poner el pabellón español en su sitio, y el hostelero encantado de hacer
gasto, y entonces vuelven a su estado natural y rotan o se peden cuando les
viene y nadie comenta nada y te-se tocan todo (menos lo mas sagrado) y no me dejan pagar porque son empresarios de Saigon ricos.En un momento de la fiesta toca rellenar la ficha : edad profesión, si en España hace frío, etc. Yo, esa noche, era separado con un niño de.Cuando empiezan a decir las edades empiezo a flipar: chavalines que yo creía de instituto (17-18) tenían como treinta y cinco y mogollón de críos. Para burlarse entre si se insultan presentándome a cada uno exagerando sus rasgos: este es kemer rojo camboyano, este de Korea, este chino y se descojonan. sus expresiones son naturales (sin filtros).Pero los pelos hacen cola, yo no se cuantas veces tuve que levantarme la camiseta y enseñarles la pechera (ellos empiezan a afeitarse en la vejez): les hice algunas fotos y nos dimos el emil .Ya veis, sufriendo lo mío.
questions) y me encuentro a los agitados turistas locales alojados en mi
hotel celebrando un party (hombres solos : seis, las mujeres bajan a saludar
en pijama, me preguntan el nombre y la edad y se van a dormir educadas
aunque curiosonas).El party consiste en que en un poal (cubo) lleno de hielo van vaciando cervezas (el hotelero dijo que cuarenta y ocho) y te van
ofreciendo con un cierto interés de bufar al guiri porque ellos estaban pal
arrastre cuando yo llegue.Conforme va pasando el tiempo van trayendo cosas de comer (vegetales, tiras de carne de no se que), y a cantar y a bailar y a tocarse (siempre que te hablan te tocan), y que tu tienes pelos y yo no, y a
enseñar pelos y a bailar flamenco y ellos venga de la risa (ninguno hablaba
ingles, todo por señas y a palpo) y yo, entre tantas bellezas tuve que
poner el pabellón español en su sitio, y el hostelero encantado de hacer
gasto, y entonces vuelven a su estado natural y rotan o se peden cuando les
viene y nadie comenta nada y te-se tocan todo (menos lo mas sagrado) y no me dejan pagar porque son empresarios de Saigon ricos.En un momento de la fiesta toca rellenar la ficha : edad profesión, si en España hace frío, etc. Yo, esa noche, era separado con un niño de.Cuando empiezan a decir las edades empiezo a flipar: chavalines que yo creía de instituto (17-18) tenían como treinta y cinco y mogollón de críos. Para burlarse entre si se insultan presentándome a cada uno exagerando sus rasgos: este es kemer rojo camboyano, este de Korea, este chino y se descojonan. sus expresiones son naturales (sin filtros).Pero los pelos hacen cola, yo no se cuantas veces tuve que levantarme la camiseta y enseñarles la pechera (ellos empiezan a afeitarse en la vejez): les hice algunas fotos y nos dimos el emil .Ya veis, sufriendo lo mío.
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