Ramadán 09.07
RAMADÁN Nada de comer, beber, fumar ni follar desde la salida a la puesta de sol, y toda la vida en esta ciudad tan viva, se aletarga, se torna inusitadamente tranquila, extrañamente quieta, y el buen entendedor comprende que está fuera del tiesto: el recepcionista del apartamento donde me alojo, se pasa toda la mañana durmiendo; el camarero de un bar que frecuento y que permanece cerrado, me dice que aprovecha para hacer bricolage en su casa, pero tranquilamente; los horarios escolares pasan de jornada partida a todo seguido y madrugando un poco más.
Todo se trastoca y se acomoda al ritual: nadie se atreve a transgredir las normas ni en sueños, y todo el mundo, propios y extraños interiorizan el ritual hasta el punto de tomarte un té y sentirte culpable: los tienen bien disciplinados.
Uno no deja de pensar en árabes de convicciones débiles cosechando uva sin poder llevársela a la boca.
Si te ven tomarte un café, casi a escondidas, te perdonan porque eres infiel, pero si te ven fumar te disparan unas miradas de mala leche difíciles de esquivar.Si supieran que hago el cous-cous con cerdo la tierra se abriría a mis pies.
Los bares y restaurantes emulan a nuestras farmacias en domingo y organizan como turnos de guardia, para atender a los extranjeros, que son menos que de costumbre: estos lugares parecen escaparates de grupos de gente blanca y presentan un blanco perfecto para cualquier loco com bombas dispuesto a hacer ruido, salir en la prensa y liberar al mundo de unos cuantos infieles.
A la caída del sol y previo aviso del mulhaicín,como si se tratara de la carcasa de la tomatina, ocurre el f'tur o ruptura del ayuno y todo el mundo se pone a comer una harira normal o una harira blanca compuesta de leche y avena, tambien comen dátiles y pastas, con lo que los comercios que permanecían abiertos se cierran, los buses y taxis desaparecen y es, posiblemente la única ocasión de ver Jemaa el Fnaa casi desierta: la quietud se trastoca en algarabío y la fiesta comienza.
Pasadas un par de horas vuelven a comer, le llaman la recena y así aguantan hasta el desayuno, poco antes de la salida del sol.: esto si que es una experiencia religiosa.
1 comentario
miguel angel -
¿que no hay, haciendo vida normal como tu?.
solo los turistas,son los propios y extraños del lugar?
la ciudad duerme de dia, de noche comen,fuman,follan, todos sin salir de casa todo el dia,que fuerte.?
tus musicos de tu orquesta la cual diriges se aburriran ,no pueden actuar?
las moscas.