Blogia
cuidadokechema

Palomas (cuento para no creyentes) 02.10

 

Las palomas son la representación de la paz y también, para los creyentes el Espíritu Santo.

Es por eso que suelen vivir sobre las iglesias o algunos monumentos antiguos que, sin duda, ellas confunden con catedrales.

A simple vista no parecen inteligentes, pero como todos los torpes son fieles al refrán ‘dame pan y llámame tonto’.

En la religión cristiana, la virgen María se mareó unos meses, tras la anunciación con el tema de la colombicultura: el marido carpintero parece que no tuvo nada que ver con el embarazo, que fue cosa del espíritu santo, o sea de la paloma, por lo que María anduvo dudando entre si iba a parir un niño o simplemente iba a poner un huevo.

Por fin salio  niño, envuelto en un misterio (el de la Santísima Trinidad), y, pasando los años, armó tal cristo que la cosa se fue extendiendo hasta convertirse en la multinacional con mas sucursales (iglesias) del mundo, donde siguen acudiendo las palomas seguramente a buscar sus orígenes o simplemente a apoyar el negocio.

Pero por su condición animal, las palomas, al igual que el resto de los animales, cagan, y la mierda de paloma es especialmente corrosiva, va muy cargada de ácidos y destroza todo cuanto toca.

Esta circunstancia ha hecho que algunos gobiernos alejados de la fe como en Francia, proponga ir exterminándolas.

Los creyentes seguidores del mayor negocio multinacional con mas sucursales, como expresión de su fe, acuden los domingos a las iglesias a realizar tareas de mantenimiento y hacen en ellas sus celebraciones mas importantes que son las bodas, los bautizos y las comuniones.

Muchos y sobre todo muchas creyentes, antes de estas celebraciones, y seguramente para reforzar su fe, se compran ropas bonitas, se ponen cremas y van a la peluquería para estar mas guapos. Convocan a los familiares y amigos y cuando terminan las ceremonias, al salir de las iglesias, en la misma puerta, se hacen fotos para pasar a la posteridad antes de marchar para el banquete, exhibiendo sonrisas forzadas y enseñando ropita y peinados.

Es entonces cuando las palomas se cagan sobre sus cabezas o sus vestidos, lo que provoca no pocas veces pérdidas de fe llegando incluso a blasfemar.

Es que no llegan a comprender que aquello no es sino un regalo del señor, otro regalo mas de los que se reciben en estas celebraciones, pero nada menos que del Espíritu Santo.

Agradecidos deberían estar.

 

 

1 comentario

freddy -

me gusta como escribes,sigue haciendolo,te seguire leyendo,un fuerte abrazo desde la calurosa asuncion.