Sicilia Este 03.11
TAORMINA, tan famosa ella, es un pueblo-flan, sobre una montaña, cerca del mar y protegida por el volcán Etna de los vientos. Como las Alpujarras.
A los famosos de todos los tiempos les dio por pasar por ella y a los habitantes de Taormina se les ha subido el pavo y te cobran por respirar.
A base de atracar a los turistas (que siguen acudiendo en manadas), se ha convertido en el pueblo mas rico de Italia. No tomas café por menos de tres euros, el supermercado desapareció y dio paso a la tienda de delicatessen, los anticuarios son millonarios y la taquillera del teatro griego que parece ser que en realidad es romano pone cara de mala leche porque es el día nacional (ciento cincuenta años de la unificación que no se la cree nadie), y no puede cobrar. Llegar, mirar y salir corriendo, pero siempre hay sorpresa en este tipo de sitios. Como está muy empinada, hay un parking municipal para disuadir a los coches de que suban. El ayuntamiento ha puesto buses para subir a la gente. El ticket del parking anuncia que la cosa te costará un euro, pero cuando vas a pagar resulta que son cinco. Huir.
CATANIA es otra cosa bien distinta y mucho más auténtica. Me acerco a ella en tren y un bus me deja en el mercado del pescado: recorrerlo y a continuación llegar a la Piazza del Duomo donde están todos los desocupatti te transporta directamente al neorrealismo de los cincuenta.
Fue arrasada por una erupción del Etna y la sacaron a flote dejándole toda su sustancia.
Del mismo modo que la guarnición (aquí lo llaman contorno) acompaña al plato, los servicios de transporte están a la altura de la ciudad. Aquí te alegras de ser jubilado y tener tiempo de sobra para poder hacer encuestas sobre el grado de conocimiento que los ciudadanos en general y los empleados de autobuses en particular tienen sobre el asunto.
Casi nadie sabe el número que debo tomar para ir a un lugar tan exótico como la estación de tren. En la pequeña estación de buses con toda la gente desparramada cual campo de refugiados parecen almas en pena buscando su bus. Hay un kiosco que vende los billetes, pero el billetero no sabe cual es el número ni donde para, y que saque el billete en el auto. Sigo haciendo mi encuesta y al final un empleado de gasolinera me indica donde es. Intento sacar el billete en el auto pero el chofer dice que no tiene, que cuando llegue a la stazione que lo saque allí si el otro kiosco esta abierto (naturalmente estaba cerrado).
En otro kiosco (este de revistas, donde el vendedor suele ser alguien bien informado), pregunto por el anfiteatro griego (o romano, aquí nunca se sabe) y me dice que no lo sabe. Miro mi mapa y esta a cincuenta metros de donde pregunto.
Catania adora a Bellini (compositor de óperas) y por todas partes te encuentras teatro, jardines o avenidas dedicadas a el, y es que los genios pueden nacer en cualquier sitio (incluso en Catania).
EL ETNA
Es el rey de Sicilia. Rodeado de parques naturales que no parecen haberse respetado (aparecen casas particulares donde menos te lo esperas) y con gran cantidad de pueblos justo a sus pies (con lo peligroso que puede llegar a ser), es la montaña de todos.
En Marzo todavía queda nieve y la gente se pone el traje de esquiar y aprovecha la ocasión y las pocas bajadas en las que se puede practicar el esquí o el descenso en trineo porque no hay otro lugar hasta los Alpes y quedan muy lejos.
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