Lima otra vez 10.2011
El centro histórico de Lima ha sido hasta hace poco un foco de delincuencia, con putas, chaperos (aquí llamados fletes) y rateros de todo tipo.
Pero los tiempos cambian y la municipalidad (el ayuntamiento) decidió acabar con esa lacra, en principio incrementando hasta la exageración la presencia de policías, y a continuación puso una legión de barrenderos, jardineros y otros servicios que no paran en todo el día, cual si una casada histérica se tratara, de limpiar sobre lo limpiado.
El caso mas curioso que hay este año es un empleado municipal que se ocupa de espantar a las palomas para que no se caguen en las hermosas flores que decoran la Plaza de Armas: las persigue con un palo y cuando no llega les arroja el palo.
El hombre cumple su trabajo al pie de la letra por lo que no esta quieto en todo el dia. Se pasa el tiempo correteando por entre las flores y, ofuscado por su tarea, de vez en cuando las pisa.
Como la ambulancia que corriendo para llevar al enfermo va atropellando gente a su paso.
El mes de octubre es un mes de procesiones, y la primera de todas, la del cristo morado de mas de veinte horas de duración la mas importante, para lo cual cierran todas las calles por donde va a pasar, olvidando que Lima tiene diez millones de habitantes y sin prever los descomunales atascos que se originan. Todo sea por la fe.
Y puestas así las cosas dan ganas de salir para la selva.
1 comentario
Javi -
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