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cuidadokechema

las gentes 01.13

No se si con la edad me estoy volviendo mas exquisito, pero encuentro a la gente bastante fea.

Mucho mas oscuros que los indonesios, peludos y sin afeitar y con unos dientes que llegan a casa mucho antes que ellos.

Ellas, más arregladitas se salvan con el aprobado justito.

Sonrien con frecuencia y son muy amables cuando les preguntas y no se ven situaciones de violencia por la calle.

La guerra civil con los tamiles del norte acabó creo que en 2008 y no tienen mas ganas de gresca.

Mayoritariamente hinduistas, que es una religión muy relajante y de mucha paz.

Hay una minoría musulmana que casi no se le ve y los pocos cristianos que hay pasan desapercibidos.

No tienen costumbre de ir a bares o restaurantes que prácticamente no existen, a veces, ni siquiera en las estaciones importantes de buses o trenes resulta difícil hacerse un café.

Los restaurantes existen solo para los extranjeros, y casi todos los hoteles dan de comer, así que a los cingaleses les resulta de lo más exótico comer fuera de casa,

Los domingos, si la familia se va a cualquier lugar se llevan con ellos la comida.

Al contrario que Thailandia, donde todo el mundo come en la calle, aquí, lamentablemente, eso no existe.

El que vende las piñas o los mangos no ha llegado a imaginar el dinero que ganaría vendiendo la fruta peladita a los turistas, como los thai hacen en cualquier lugar.

Pescadores de red desde la playa, cuando recogen la pesca, se ponen en la carretera a venderla con una máquina de pesar y a nadie se le ocurre ponerse a hacerlo a la plancha.

Son ingenuos en los tratos, siempre tienes que regatear, pero ellos generalmente salen perdiendo o piden demasiado porque no conocen o no controlan la industria turística.

Hoy, en la playa de Matara, han acudido en manada a celebrar una fiesta y se han bañado casi todos: ellas vestidas y ellos, mas homologados con la ropa de baño europea jugaban como niños con neumáticos hinchados a la manera infantil.

Éramos los únicos turistas (ahora viajo con dos mujeres españolas),  y cuando me he bañado todos han venido dentro del agua a presentarse y a preguntarme de todo.

Donde el turismo no es habitual como en este lugar, van perdidos, no conocen los códigos para sacarle con gracia la pasta al extranjero, pero les encanta saludar y sonreír.

Ayer, en la estación de buses de Matara, había una sentada con pancartas, y sin darme cuenta de que éramos los únicos guiris, me senté en la escalera para liarme un cigarrillo, me vino un guardia a decirme algo que no entendí, como que me quitara de ahí y que de fumar nada.

Conforme me iba apartando me preguntó si quería un hotel y se me ofrecía para ayudarme. No hay quien los entienda.

En lugares donde no hay turistas todos te observan y cualquier cosa que hagas les da risa.

Te pasas el día saludando y siendo saludado por todos,  como en Godelleta.  ¿para que venir tan lejos?

1 comentario

Miguel Ángel -

Ya te veo saludando por Godelleta .Con sonrisa incluida claro.