Nueva York 06.14
Hablar de Nueva York cuando todo el mundo lo ha hecho no es para tenerle respeto sino para perdérselo.
En continua transformación, los barrios van ajándose para darle entrada a los especuladores que le darán la vuelta como un calcetín y venderán loofts de lujo donde, hace poco tiempo, solo había miseria.
Estuve hace veinte años, en 1994 y ya casi no quedan ya sitios feos o peligrosos en Manhattan: deben estar enviando a estas gentes a otros lugares de alquileres más asequibles y están dejando la isla prácticamente llena de glamour por los cuatro costados.
De las decenas de alcohólicos y sin techo que se amontonaban cerca de la estación de autobuses de la 8ª avenida, solo quedan cuatro o cinco.
El miedo que entonces daba Bovery ahora se cambia por la contemplación de tiendas de diseño.
Es el disco duro del capitalismo: el hardware del sistema, y, aunque al principio impresiona y tu cuerpo reacciona al verse rodeado de fincas inmensas, de infinitas gentes de infinitos colores o ropas, aunque eso si, todos hablando o escribiendo con su teléfono moderno, con el tiempo compruebas, como dice Antonio, que ‘’Nueva York es andar y gastar’’.
No es difícil entenderse porque los empleados inferiores siempre son hispanos y cuando les preguntan si hablan español (lo de castellano, no se lleva por aquí), muchos te contestan ‘’si, cuando me conviene’’.
Me ha pillado el mundial de fútbol de Brasil, que hoy jugaba contra México y el West Side casi estaba paralizado porque casi todos los camareros (que se llaman meseros) son mexicanos, y los pocos que todavía estaban trabajando se comunicaban las novedades como si se tratara de una consigna de lucha clandestina. Al preguntarle a uno de ellos (de Veracruz), por el partido me ha respondido ‘’están de ceros’’, que es como parece que ha terminado, y me ha dado como el pésame por el resultado de España en su primer partido.
El día siguiente siguen dándomelo por lo de Chile y tengo que explicar que soy de España pero no futbolero.
Aunque tenemos miles de referencias musicales de esta ciudad, este blog recomienda una bien valenciana, de nuestra Piquer, metida con el narcotráfico en plena ley seca para sacar adelante una nochebuena:
https://www.youtube.com/watch?v=U50Z-qkT_JY
Los que no quieran sensaciones fuertes, pueden oír a Mecano con su versión chicle de la ciudad:
https://www.youtube.com/watch?v=f6Q5HeabGfU
Pero en realidad, la mejor referencia, aparte de las decenas de buenas pelis, siempre la encontraremos en Lorca y su ‘’Poeta en Nueva York’’.
Y ya que estamos con ganas de tutelar, unas pelis:
- Manhattan de W. Allen
- Una historia del Bronx dirigida por Robert de Niro.
- Smoke
Por reparaciones en el metro tengo que transbordarme en una estación lejana de mi destino : Roosevelt avenue y decido salir a echar un vistazo antes de cambiar de línea.
Me encuentro un barrio nada parecido a Manhattan, donde indios, nepalíes y tibetanos conviven con ecuatorianos y colombianos con las fronteras bien trazadas de tiendas y restaurantes para cada etnia. Las calles ya no están tan limpias y no hay turistas, pero si una actividad inusitada: la energía de la supervivencia. La gente se mueve a la misma velocidad que en el distrito financiero pero para sobrevivir, peleando por céntimos y tratando de vender lo invendible: es como si la ciudad se estuviera formando aquí.
Numerosas oficinas ofrecen en todos los idiomas asesoramiento para hacer documentos que se necesitan para legalizarse, y las rumbitas colombianas se mezclan sin dañarse con altares del Dalai Lama y gurús indios o nepalíes repartiendo estampitas.
Como siempre las cosas interesantes ocurren al final. Siempre se liga al final de las vacaciones. Como esa mirada que estaba perdida y de pronto es encontrada justo cuando se cierra la puerta y el metro se va, dejándote reflexionando sobre lo que pudo haber sido y no fue.
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