Blogia
cuidadokechema

Costa Rica, rica 11.15

Nos venden la imagen de un país moderno (no hay ejército y su democracia está bastante consolidada), y sin embargo es conservador en sus raíces, con una influencia enorme de la iglesia católica en costumbres y leyes.

 

Como goza de una paz duradera y, realmente sus paisajes son casi siempre de postal, los gringos han descubierto un lugar para vivir y/o hacer negocios. Y donde éstos llegan todo sube de precio y todos se ponen a hablar inglés.

 

Así visitas lugares que te dan la impresión de estar en California, porque además, las casas, los coches y muchas veces los restaurantes el precio está expresado en dólares.

 

Los Estados Unidos en este país lavan la mala conciencia de haber tenido siempre a Centroamérica como el patio trasero de su casa: un lugar donde tirar la basura. Además son los tutores del único país sin ejército por si las cosas se ponen mal con tanto vecino peleón.

 

Los precios son bastante más altos (igual o superiores que en España) que en el resto de Sudamérica, pero la preocupación del estado por la conservación de la naturaleza hacen que este ‘’turismo de postal’’ quede instalado para un buen rato.

 

No obstante, tienen una legislación muy orientada a conservar el medio ambiente y en eso son modélicos.

 

La mayoría de los visitantes son gringos y ellos saben cómo tratarlos, que necesitan para dejarles los dólares.

 

Estás sentadito en la playa intentando digerir tanta belleza y de pronto, se te acerca un tico y amablemente te dice: ‘’ solo recordarle que tenemos el bote preparado para el tour, con los aparejos de buceo, el kayak a punto y un marisco fresquísimo para usted, no tiene más que llamarme’’. Eso después de habértelo dicho en inglés y haberle dicho que por favor en español.

 

La arquitectura colonial tan apreciada por los españoles en Sudamérica es prácticamente inexistente. Cartago, la primera ciudad que fue capital parece que tiene algo.

 

 

Unas cordilleras, casi todas con volcanes, les protegen de los huracanes que cuando llegan aquí se desvían.

Una apreciable seguridad en la calle que no es poco tratándose de América y un clima tropical hacen el resto.

Si no fuera tan caro es un bonito lugar para quedarse.

 

Los escolares de primaria tienen tres comidas diarias a costa del estado, los bachilleres solo una. Además becas para todos los niños. El que no estudia es porque no quiere.

 

Las sanciones de tráfico son elevadas y en las carreteras hay una prudencia no comparable a los países del entorno.

 

En los lugares de obligada visita como parques naturales o museos, no se cortan en pedir al extranjero siete veces la tarifa del visitante nacional.

 

Desde hace algunas semanas  están llegando pateras de cubanos a Panamá que intentan seguir hacia el norte. Ellos dicen que van a Nicaragua (que los acoge pero no paga gastos), pero parece ser que se dirigen a USA por la ruta punkie, es decir la del trenecito y todas las mafias  carroñeras de México.

Cambian la ruta habitual de patera a Miami por esta, más complicada y desde luego más peligrosa.

 

En Puerto Canoas, frontera entre Panamá y C. Rica ya pasan de mil y la situación empieza a ser delicada.

Pero lo que de verdad le preocupa a este país es la entrada ilegal de nicas, mucho más pobres que los ticos y que vienen a por todas.

Hay una constante de detección y reenvío de nicas a Nicaragua y un goteo en sentido contrario: toda la industria hippie de pulseritas y abalorios la controlan los nicas, además de intentar beneficiarse de la buena sanidad que hay aquí o de la gratuidad de las medicinas. Los nicas acaparan más de la mitad de la actuación policial.

Los gringos están en su salsa y no se molestan en intentar hablar castellano, pero se dejan la plata.

El formato de cuidar la naturaleza y el medio ambiente les está dando resultado y, aunque caro, tienen industria turística para rato.

 

 

 

 

 

0 comentarios