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cuidadokechema

Corrientes 11.10

Harto ya de lo que los políticos llaman ‘inflación galopante’,  es decir, que los precios están mas del doble que cuando vine hace unos años, pero, según aseguran los pocos argentinos con los que hablo los salarios siguen igual, o sea, camino del corralito.

Mi bien querida Coque lo resume de forma lúcida: no puedes comprar esto y esto y esto sino esto o esto o esto.

Aterrizo en Corrientes, hermosa ciudad con su super-río y su puerto pero mis expectativas de tomar un crucero de pobres y llegar hasta Paraguay en barco se ven frustradas, hay que seguir en bus y ya me estoy haciendo un experto en terminales de ómnibus (estaciones de buses) y trayectos largos.

Además no están homologados. Ayer, en un trayecto de ocho horas me dieron tres veces café y comida y desayuno.

Hoy, sin embargo con dos o tres horas mas un cafetito y unas galletitas y al llegar, con 38 grados y desmayo generalizado era como ir emporrado por la calle con la maletita de los cojones.

Así que nada mas llegar me he comprado un boleto para Paraguay para mañana tempranito y que le den a la Argentina por un tiempo.

Encima ayer no encontraba hotel y me ha tocado rascarme la billetera para poder dormir: una pesadilla que sin duda mañana termina y que el corralito me pille fuera.

Conforme vas subiendo por el río Paraná la cosa se pone mas calida y mas de casi-selva con otro acento, otras construcciones y otra estética que no se parece en nada a las Patagonias de abajo.

Pero tambien  hacia el norte, es mas patente la pobreza. En la costanera hay muchos puestos para servir choripán y cervezas pero casi todas las sillas están vacías, la gente como mucho se hace un bocata y la cervecita y en el único restaurante puturrú que he encontrado, media docena de pudientes se fundían sendas parrilladas a todo carrillo entre la prepotencia ostentosa y el aburrimiento matrimonial compartido.

Junto a la costanera, las escuelas de danza presentan diferentes pero muy parecidas coreografías donde las pre-adolescentes asumen el formato Shakira-gala-fin-de-curso-de-básica como único, y en los rincones las parejitas que estrenan parejita arriman el bajo vientre aprovechando la casi total ausencia de farolas: l’amore  con formato de España de los sesenta: no me los/as puedo imaginar despelotándose en el msn.

Es una pena no quedarse aquí un par de días y que las circunstancias me obliguen a salir, porque Corrientes es una ciudad encantadora y hubiera justificado un par de jornadas pero la ventaja del viajero solitario sin barco, sin timón y sin bandera es de que mueves cuando quieres sin tener que someterte a ninguna asamblea o reunión grupal, sin mas leyes que el instinto, sin mas dios que Google.

Y así decimos adiós a la Argentina, donde no hay negros, ni indios, y  son como europeos pero no son europeos y en su cara aparece siempre la expresión de lo que pudo haber sido y no fue.

1 comentario

Sergio desde Valencia -

Bonita despedida literaria de Argentina...! Bravo!